domingo, 2 de febrero de 2020

Aprendiendo sobre comunicación científica (26): búsqueda de fuentes y explicación

Otra de las tareas del máster me lleva a recordar un artículo publicado en la Agencia Sinc y firmado por Federico Kukso hace unos meses: Viajar a Marta sin salir de la cama. Merece la pena leerlo.

La idea es analizar las fuentes que utiliza el autor para escribirlo y ver qué información aportan al reportaje, que trata sobre un estudio realizado en un centro de investigación de Alemania en el que los voluntarios 'sufren'  las condiciones de microgravedad del espacio para mejorar el conocimiento de cómo manejar los cambios fisiológicos y psicológicos que sufren los astronautas en largos viajes espaciales.


La 'centrifugadora humana', tecnología en la que son estudiados todos los días los participantes en el ensayo (foto: DLR)


De entrada, cabe resaltar que no se trata de un hallazgo científico en sí, sino de un estudio en desarrollo. Más que las conclusiones, que aún no las hay y podrían llegar a corto-medio plazo, buena parte del reportaje se basa en lo curioso del ensayo, tiene en parte contenido divulgativo y el gancho es una historia atípica y llamativa que da pie a hablar sobre ciencia (genial combinación).

Reseñar también que el ensayo no se ha publicado (está en marcha, quizá se publique sus conclusiones en alguna revista científica, pero el texto no lo desvela), por lo que, de momento, en la pirámide de la evidencia queda encuadrado en un escalón intermedio, quizá entre un estudio de cohortes (¿hay grupo control?) y el estudio de casos. Finalmente, destacar que toca los dos ámbitos que más cabida tienen en el periodismo científico: la salud/medicina y la astronomía.

En cuanto a las fuentes, hay una primaria y fundamental, el propio centro de investigación que está desarrollando el estudio, el Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial de Alemania, situado en Colonia. Las fuentes principales del texto son sus responsables e investigadores vinculados con el ensayo, sobre todo médicos. Llama la atención que incluso habla la Relaciones Públicas del Instituto, una fuente en principio no científica (aunque podría serlo). No sé si el reportaje partió de que el centro lo 'vendió' o si fue el redactor quien dio con la historia y la desarrolló.

Pantallazo del reportaje publicado en SINC.
En el texto hay más fuentes (investigadores, médicos), pero no se les identifica con cargos o filiaciones (dando a entender que pertenecen al propio Instituto alemán). Otras fuentes son directamente algunos de los protagonistas del ensayo, lo que aporta al reportaje un toque personal, no directamente científico, que amplía el panorama de posibles lectores al reforzar la idea del reportaje: una historia curiosa (punto a favor por entretenida) con trasfondo científico.

El redactor podría haber utilizado otras fuentes no citadas directamente en el texto, ya que hay bastante trabajo de documentación (la información podría venir también de las propias fuentes citadas) sobre las consecuencias físicas y psicológicas de permanecer mucho tiempo en el espacio en condiciones de microgravedad. Destaca el enlace y cita de uno de los estudios más conocidos de los últimos años, el de los gemelos Kelly, publicado en Science.

Ya que el reportaje no cuenta una publicación o un hallazgo, se permite no contar con otro tipo de fuentes. La idea es contar una historia, y para eso basta con las fuentes protagonistas. En todo caso, ya que se centra bastante en contar el ensayo y en explicar las consecuencias para el organismo del vivir en el espacio, echo en falta la presencia de fuentes ajenas al estudio, quizá otros científicos o incluso astronautas, que valoren la posible utilidad de este ensayo, y enriquezcan el texto con protagonistas no directamente vinculados con el estudio y el centro en el que se realiza.


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