lunes, 28 de septiembre de 2015

Llueve sobre mojado. Palabra de gurú: "En 20 años no habrá Alzheimer"

Ahí va un post con una semana de retraso. No me da la vida, qué le vamos a hacer. Pero es que, oiga, #NoSinEvidencia.

No me voy a extender mucho, ya que llueve sobre mojado sobre lo que voy a contar. Hace algo más de una semana, el primer número del nuevo dominical de El Mundo, Papel, incluía una pequeña entrevista, a base de opiniones breves, con José Luis Cordeiro (he aquí su curiosa web), "gurú de las tecnologías del futuro". Vaya por delante que les deseo muchos éxitos a mis colegas de Papel; pero creo que, en este caso particular, no ha  estado muy acertados.

El caso es que Cordeiro, en una suerte de entrevista exprés, y sin dar muchas explicaciones al respecto, deja sentencias como "en 20 años no habrá ni parkinson ni alzheimer", "la calvicie va a tener cura en cinco años, máximo 10", o "la vejez será una enfermedad curable". Por cierto: Cordeiro es, de formación, ingeniero mecánico por el MIT.

Tuit con la entrevista al gurú Cordeiro. Ojalá lleve razón, pero...
  
Aquí puedes leer la entrevista completa, con sus diez titulares. Por cierto, no es la primera vez que Cordeiro lanza tan prometedores mensajes.

Ale, ya está. Ahí queda. Lo de no generar expectativas en medicina, ya, si eso, para otro rato. Creo que el señor Cordeiro se equivoca en las formas (y creo que también en el fondo; aunque ojalá lleve razón y en dos décadas no existan las enfermedades neurodegenerativas) y olvida que lo de prometer a lo loco, en sanidad, no está nada bien.

Tampoco me parece muy acertado que un medio de comunicación publique esta página sin muchas más explicaciones: mi humilde opinión es que, en periodismo, uno se debe cuidar de cómo, cuándo y por qué se da voz a las personas, por muy gurús que puedan ser.

Para ser sinceros, cada uno de los tres citados titulares viene acompañado de una muy breve explicación.

  • Sobre la hipotética curación del Alzheimer y el Parkinson, dice esto: "Gracias a los avances en la biotecnología genética se van a prevenir la mayoría de enfermedades. La primera secuencia del genoma, en 1995, costó 1.000 millones de dólares. En 2025 costará 10 dólares y se hará en un minuto". 
     
  • Sobre la calvicie, añade: "No va a ser con champús ni crecepelos, sino gracias a la investigación en células madre. Hay investigadores que ya han logrado crear nuevas células capaces de recuperar el crecimiento del pelo en ratones y muy pronto será posible en los humanos".  
  • Y, sobre curar la vejez, esto: "Las mayores empresas de Silicon Valley se están volcando en investigar cómo frenar el envejecimiento celular. Ya hay ratones que viven tres años, que equivale a 300 en humanos. Se ha triplicado su esperanza de vida en un laboratorio".

Otra de ratones y hombres, vaya. ¿Que lo hemos conseguido en laboratorio? Venga, las campanas al vuelo: muy pronto, en sus hogares. Que no. Que con estas cosas hay que tener más cuidado. Si este gurú quiere opinar así, es muy libre de hacerlo. Que se le dé altavoz en un medio de comunicación que van a leer millones de personas (y no todas van a ser científicos, por cierto), me parece de una ligereza rayana en el error. ¿No?

PD: Lo de "curar la vejez" llevaría a otro debate en el que no me voy a meter en este post. Como decía América Valenzuela en conversación tuitera, hay una corriente científica que apoya esta forma de pensar. También, como dejaba caer Mónica Lalanda, es una forma de entender la medicina que no gusta a muchos médicos.

lunes, 14 de septiembre de 2015

¿Regular lo que no demuestra evidencia? El ejemplo de los cigarrillos electrónicos y la homeopatía

Hace unos días me llamó la atención que una sociedad científica criticara los cigarrillos electrónicos, pidiera limitarlos, dijera que no han demostrado utilidad sanitaria, dejara caer su posible toxicidad asociada, y solicitara que no puedan venderse en farmacias. Hasta ahí, normal. Pero, al mismo tiempo, la sociedad recomendaba literalmente "que el cigarrillo electrónico se regule como producto terapéutico". Con ello han titulado muchos medios, llevando, creo, a error al lector de a pie. ¿No suena a que se aplauden las posibilidades medicinales del cigarrillo electrónico?

Lo que realmente quiere esta sociedad científica es que los cigarrillos electrónicos entren en un proceso previo a la regulación. Vigilarlos y evaluarlos, para que deban pasar más controles y tengan que demostrar su hipotético y dudoso beneficio sanitario, confiando en que, durante este proceso, no lo hagan y, finalmente, no sean declarados de utilidad terapéutica. Es una suerte de paradoja: pido regular algo que, intuyo, fracasará en su intento de demostrar utilidad y eficacia, para que luego se prohíba.

¿Qué conclusión sacas de este titular? Falta claridad en algunas notas de prensa...y cuidado en algunos medios

¿No recuerda esto al proceso (parado) de regulación de los homeopáticos? El Ministerio dijo hace ya unos años que quería regularlos para tenerlos controlados, ver si son eficaces o no, y actuar en consecuencia (¿retirarlos? ¿avalarlos?). Incluso la industria homeopática aplauduó el paso, sin saber si impulsaría su negocio o si lo derrumbaría. Como el borrador de orden ministerial dio alguna vuelta (aquí puedes leerlo entero) y no es excesivamente claro ni concreto, hay quien cree que, al entrar en proceso de estudio y regulación, podrían encontrar algún resquicio para seguir campando por el mercado, quizá incluso con beneplácito de las Administraciones. Quién sabe, visto lo visto. Al hilo, muy recomendable este post que se publicó en Naukas. Por cierto, el borrador, y lo que parece que pretendía regular, siguen en el cajón, mientras la homeopatía sigue en muchos estantes.

Lo que quiero decir es que todo esto debería ser más sencillo. ¿Tenemos un pruducto del que aún no hay evidencia, como los cigarrillos electrónicos y la homeopatía -salvando todas las diferencias entre ellos-? Pues que no esté en el mercado, o que, si puede estarlo por marañas legales y/o burocráticas, que esté fuertemente restringido y muy controlado. Más aún si, como en el caso de los cigarrillos electrónicos, hay indicios de toxicidad, aunque algunos estudios, como éste que investigadores del CSIC publicaron hace unos días, concluyan que esta alternativa daña menos el organismo que el tabaco.

Con los homeopáticos no hay, en principio, toxicidad per se, aunque sí una falta de evidencia sobre beneficios, vista la ausencia de estudios (validados y replicados) que apoyen su causa. Esto es lo que yo opino, aunque hay quien defiende lo contrario y lo documenta, como sucede con este informe avalado por las Universidades de Zaragoza y Barcelona (y por Boiron). Aprovecho para decir que soy el primero en estar de acuerdo con evaluar lo que hay, para saber a ciencia (sí, ciencia) cierta su eficacia o ineficacia. También soy el primero en desear, con la información que tengo ahora, que los productos homeopáticos dejen de tener protagonismo en la medicina.

Informe de hace unos años. Difícil salir del sempiterno debate.
Unos dicen que hay ciertas evidencias, otros que ninguna.
Mientras, los productos en la calle, y una posible regulación en stand by

En ocasiones, tanto limbo y tanta publicidad sin evidencias lleva a confundir los productos homeopáticos no solo con complementos hipotéticamente beneficiosos frente a terapias de utilidad demostrada, sino como posibles sustitutos de éstas. Y pasan cosas como ésta, quizá el caso más famoso (y manido, todo sea dicho) de las consecuencias fatales que puede tener optar por terapias alternativas dejando de lado la medicina. 

Si, en vez de ser claros y cortar por lo sano, nos metemos en berenjenales y no dejamos claro si lo que queremos es prohibirlos, fomentarlos o dejarlos a su aire sin mojarnos el culo (sea homeopatía, cigarrillo electrónico, o cualquier aspecto sin evaluación ni datos científicamente comprobados), el resultado se traduce en desinformación y suspicacias, por mucho que la intención sea buena, mala o neutra. ¿No? 

martes, 1 de septiembre de 2015

Periodismo, ciencia y divulgación: el vaso medio lleno

El trinomio ciencia-divulgación-periodismo tiene sus idas y venidas. Tradicionalmente en España no hemos sido del todo duchos en explotarlo y en impulsarlo, aunque mucha gente lleva años y décadas dejándose la vida en ello. Unas veces el trinomio sale bien parado, otras veces no, pero este siglo nos ha traído una proliferación de ejemplos positivos, tanto en medios tradicionales como en experimentos afortunadamente provechosos.

Aun así, a veces llega la de cal, y para muestra, me he encontrado un botón al ponerme al día tras un agosto muy desconectado. Tal y como ha comentado en redes sociales su presentadora, América Valenzuela, hace unos días, el programa de divulgación científica de RNE-Radio 3, Ciencia al Cubo, deja de emitirse tras unas década en antena, parece que por falta de financiación. Una pena. En todo caso, América, referente en estas lides, ya ha señalado que seguirá divulgando ciencia, entre otros medios, en el recién nacido suplemento de El Mundo, Papel, y en M80.

Diez años de ciencia cúbica en RNE que tocan a su fin :(
 

A quienes nos gusta (y ponemos a veces nuestro granito de arena) que los medios hablen de ciencia, y que la divulgación gane peso, nos quedan muchos consuelos, aunque a veces pensemos que son oasis en el desierto y que los medios no prestan suficiente atención a la divulgación científica de calidad. Uno, recurrente por la novedad que supuso el año pasado, es Órbita Laika, que volverá en breve a TVE con una más que bienvenida segunda temporada, tras una primera con aceptable seguimiento y buenas críticas. Ganas de recuperar esos domingos-noche científicos.

A veces sale el lado oscuro, y nos seguimos encendiendo con cuestiones varias, como con la bola que algunos medios le dan a las pseudociencias. Otras, nos damos palmadas en la espalda por seguimientos globales y exhaustivos a ciertos temas, como pasó con las imágenes de la sonda New Horizons de Plutón, o estos días con la muerte del neurólogo y divulgador Oliver Sacks. También tratamos de poner al mal tiempo buena cara y alegrarnos, por poner otro ejemplo, con el reciente nacimiento de Principia, magazine científico que en noviembre tendrá segundo número, tras un primero salido en verano, y que surge gracias al empuje de sus creadores y a una campaña de crowdfunding que les ha permitido ver la luz. Y, cuando atizamos al sector público, busscamos clavos ardiendo y nos acordamos, por ejemplo, de lo bien que está saliendo el tema de la Agencia SINC, dirigida por la periodista Pampa García Molina. Su eslogan, la ciencia es noticia, habla por sí solo. Amén.

Pues sí: la ciencia es noticia.


También es una buena noticia que el nuevo medio del que más se habla en los últimos meses, El Español, haya fichado a dos grandes periodistas divulgadores en ciencia y salud, Antonio Villarreal y Ainhoa Iriberri. Todo ello (y muchos más ejemplos que aquí no cito porque hablo de los que sigo y me vienen a la cabeza) viene a completar un panorama en el que, por poner otro ejemplo, destaca el hueco que se ha hecho desde hace años el portal Naukas, dedicado a la divulgación científica aliñada de humor y con altas dosis de escepticismo.

También me gusta el nacimiento y evolución de Materia, medio de periodismo científico que surgió de los rescoldos de Público y que firmó hace un año una integración como sección de Ciencia de El País. Y el de Next en Voz Populi, dirigido por Antonio Martínez Ron, que también parió Fogonazos, padre de la blogosfera científica por estos lares. Y el de Hipertextual, que mezcla cultura, ciencia, tecnología... (en el que, por cierto, escribe Ángela Bernardo: no dejes de seguirla). Y el de...

Vamos, que hay muchos ejemplos para ver medio lleno el vaso de la divulgación científica, afortunadamente ligada en ocasiones al periodismo (sólo he citado algunos a vuelapluma, no se me molesten los obviados), aunque noticias como la desaparición de Ciencia al Cubo sean un jarro de agua fría y nos hagan torcer el gesto. Tratando de ver el lado bueno de las cosas, como los Monty Python, igual no estamos tan mal...

 Podemos ponernos negativos, pero también ver el vaso medio lleno...