miércoles, 28 de enero de 2015

¿El paciente en el centro del sistema? Ya, ya...


Como en muchos ámbitos, en sanidad se nos llena la boca con ciertas frases o conceptos que quedan muy bien, pero cuya conversión en práctica resulta muy compleja (cuando no tendría por qué serlo). Hoy, en dos actos diferentes, he participado en sendos debates sobre una de estas ideas recurrentes: el paciente debe estar en el centro del sistema sanitario.

Por la mañana, en un coloquio en la Asociación de la Prensa de Madrid (@aprensamadrid), organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS @anisalud), el tema de los fármacos biosimilares ha derivado en una discusión de qué papel juega el paciente en la introducción de novedades farmacológicas en la práctica clínica. La teoría nos la sabemos todos: debe tener voz, incluso cierto voto. La práctica es que el paciente es un agente todavía secundario, como ha denunciado uno de sus representantes, con el acuerdo de los demás asistentes. 

Qué raro que Forges dé en el clavo.

Dejo aquí una de las preguntas, surgidas en el coloquio, como ejemplo, aunque quizá no sea el más adecuado: ¿debe estar el paciente en las comisiones de farmacia de los hospitales? El representante de los pacientes, claro, ha abogado por ello, pero las dudas de clínicos y gestores eran grandes. También las de los medios, no por rebatir la idea, sino por dudar de sus posibilidades. El ‘no’ sobrevolaba el ambiente. Es sólo un ejemplo, pero la cosa es que aún no le hemos encontrado un sitio al paciente en el sistema, cuando presuntamente es quien explica su existencia. 

Un momento del debate, esta mañana, en la @aprensamadrid,
con muchos medios y gente de @anisalud, @sereumatología, @conartritis, @uab_info, el Servicio Gallego de Salud...

Por la tarde, en el tweet-chat (#chatsalud) organizado por el Congreso de hospitales (@19CNH), con @manyez, @ArenasKray y @AalarconRS y la participación de muchos internautas, ha surgido de nuevo la idea del paciente como centro del sistema. La discusión ha sido muy diferente, en 140 caracteres, a mucha velocidad y con mil frentes abiertos, en vez de en un cara a cara sosegado, pero las conclusiones son parecidas: hay que situar al paciente, hay que buscarle el mejor sitio, hay que darle voz y voto, hay que…Todos los mensajes iban dirigidos al fin deseado, pero se ha reconocido que la teoría sepulta a la práctica. Para mejorar hay que ser activos y transgresores, proponía alguien: quizá sea la vía... 

Por estos derroteros ha ido el debate. Buenas intenciones, pocas realidades
(pinchando en la imagen se lee algo mejor)

El del paciente en el centro del SNS es un runrún recurrente, que puede acompañar a otros muy de moda (algunos verdaderos clásicos), como impulsar y empoderar la atención primaria y crear un espacio sociosanitario, por citar dos que se me vienen a la cabeza. Los cambios en el sistema sanitario, tristemente, tienen demasiada teoría y muy poca práctica pese al consenso (de palabra) que reina en algunos de los cambios propuestos. Por parte de quien toma las decisiones, es una postura fácil y hasta hipócrita. Quienes no podemos tomarlas, pero sí fomentar el debate para que se tomen, deberíamos reclamar cambios, pero huir de hacer la petición de forma manida, como frase hecha, porque así tiene cierto componente de brindis al sol, de lluvia sobre mojado, de sugerencia políticamente correcta. Que se lo digan a la atención primaria…

Una buena forma de explicar la situación,
vía @manyez, complementando la opinión de @arenaskray
   

sábado, 17 de enero de 2015

Las (mejores) formas para con los periodistas del 'nuevo' Ministerio de Sanidad

Nota previa: Quien vea en este post un elogio, panegírico o enaltecimiento de la labor política del ministro y del secretario general de Sanidad, libre es de hacerlo. Pero no van por ahí los tiros. Hablaré exclusivamente de su (acertada, de momento, sobre todo en comparación con sus predecesores) política de relación-comunicación con los medios. No es mi intención entrar en debate político (ahora).

Cuando "se fue" Ana Mato del Ministerio de Sanidad creo que todos los periodistas pensamos algo parecido (al margen de otras cosas): ojalá su sustituto sea más abierto, dialogante, accesible, etc, con los medios. Salió, por sorpresa, el nombre de Alfonso Alonso (@AlfonsoAlonsoPP) como ministro, que puso como su segundo, en la Secretaría General que antes ocupaba Pilar Farjas, a Rubén Moreno (@_rubenmoreno).

Mato y Farjas estuvieron tres años rehuyendo protagonismo, pasando bastante de los medios, mirando para otro lado, dejando explicaciones por dar, ofreciendo muy pocos entrecomillados (salvo en las obligatorias comparecencias oficiales) y, en general, teniendo bastante descontentos a los medios (más que al medio, al periodista de a pie), fueran éstos del color o tendencia que fueran. Añado que el Departamento de Comunicación del Ministerio no pudo, supo o quiso reverir esta tendencia informativa/comunicativa opaca.

Alfonso Alonso y Rubén Moreno (centro el post en ellos dos como cabezas más visibles del Ministerio) están dejando, al menos en estas primeras semanas, mejor impresión. Insisto (ver nota previa) en que este post no va sobre política, sobre izquierdas o derechas, sobre retos y promesas de programa, ni sobre la altura política del nuevo equipo ministerial. Va sobre el modo de entender de los políticos las relaciones con los medios de comunicación. Creo que hablo por muchos colegas, pero aquí dejo mis impresiones personales, claro.

Rubén Moreno, en la ruda de prensa sobre hepatitis C en el Ministerio el lunes pasado.
En primer plano, Belén Crespo, directora de la Aemps, y Toni Andreu, director del ISCIII.

Ambos saludan a los medios, de entrada. En sus primeros actos, y lo sigue haciendo (la última vez, en el Consejo Interterritorial de hace unos días), el ministro, concluida su intervención donde fuera, dedicó un rato a acercarse a los periodistas, presentarse, saludarles y cruzar con ellos unas palabras. Lo mismo sucede con Moreno, al que los medios sanitarios ya conocíamos de años atrás.

Cada vez que los medios los paran en los pasillos (el clásico canutazo) se paran a atenderlos, y responden varias preguntas. En la rueda de prensa sobre hepatitis C de hace unos días, pese a los avisos de algún responsable del equipo de prensa, Moreno respondio todas las preguntas, y no fueron pocas. En la Comisión de Sanidad del jueves en el Congreso, en plena sesión, Moreno aprovechó su paso por las bancadas donde estábamos bastante periodistas. Saludó, preguntó, respondió y volvió a su lugar en la sala.

Alonso atendiendo a los medios el jueves pasado, antes de entrar en la Comisión de Sanidad.
No, no recuerdo a Ana Mato prodigándose con estas cosas

Otro detalle. Ambos (con ayuda de su equipo asesor, imagino) están en redes sociales. Cualgan sus actos, declaraciones y las imágenes. Alonso tiene un perfil más oficial, Moreno tuitea no sólo de política, también de medicina y otros temas, y tiene una página de contacto y blog (muy político y oficialista, eso sí). En twitter, que es lo más conozco, sigue a los periodistas, retuitea y hasta responde a mensajes directos. No entra, eso sí, en las numerosas críticas que siguen a algunos de sus tuits (con protagonismo de la hepatitis en los últimos días)

Más. El Director de Comunicación del Ministerio de la era Mato se va (algunas personas de su equipo se quedan), y le sustituye el que era jefe de comunicación de Alonso en el Congreso. De entrada, ya han anunciado que harán un desayuno informal de presentación con los medios, cosa que hacía años que no sucedía en Sanidad. Al nuevp jefe de prensa no puedo aún valorarle, sólo he cruzado unas palabras con él. Ojalá ponga más énfasis en lo necesario de comunicar y explicar que su predecesor.

Valgan estas pocas líneas para ilustrar mi conclusión. Si el equipo Mato no tenía ninguna gana de relacionarse y ayudar en lo posible a los medios, el equipo Alonso, de momento, se está aplicando en hacerlo.Y, oye, políticas aparte, no veas lo que se agradece. Algunos me dicen que es año electoral y que compensa llevarse bien con todos.Quizá tenga que ver. Pero el caso es que, de momento, los periodistas no nos encontramos ante un muro. A años luz, oye.

lunes, 12 de enero de 2015

Rock entre tecnología sanitaria: basado en hechos reales

Toca entrada ligera, alejada de temas sanitarios serios y sesudos. Hoy hablo de música, aunque indirectamente vinculada con la sanidad, concretamente de la tecnología sanitaria. Y es que hoy me he acordado (lo hago a menudo) de una de las mejores sorpresas que me ha deparado mi trabajo como periodista sanitario.Y me ha apetecido escribirlo (más para mí, aunque esto contravenga parte de la filosofía de un blog, ya...)

Corría el año 2006. O el 2007, quizá. Como ahora, ya trabajaba en @diariomedico. Era un chaval con 25 años. El caso es que me tocó viajar, invitado por una gran empresa de tecnología sanitaria, a la presentación de algo relacionado con marcapasos, en Holanda. Fue uno de mis primeros viajes de trabajo e iba algo perdido. Además, viajaba sólo, sin más colegas de otros medios, sólo con la gente de la compañía.

Mis recuerdos del congreso-presentación son algo vagos. Recuerdo que nos alojamos (todo sucedió allí) en un hotel que estaba en medio de un bosque, a unos 20 kilómetros de Amsterdam. Sólo salí de allí para dar una vuelta por la espesura holandesa, ya que fue llegar, asistir a las charlas, cenar, dormir, más charlas por la mañana, y de vuelta a Madrid. Lo mejor del viaje, sin duda, lo que protagoniza este post, llegó por la noche.

Este tipo de viajes (más antes que ahora) siempre tienen algo de programa social. En el caso que me ocupa, tras 'comerme' varias charlas en inglés sobre cardiología y marcapasos, me invitaron a cenar con la gente de la compañía y los médicos que participaban en el congreso (un par españoles, el resto extranjeros). De la cena sólo recuerdo hablar a ratos con un cardiólogo catalán, creo que del Hospital Valle de Hebrón. El gran momento llegó cuando acabó la cena y los organizadores anunciaron una pequeña sorpresa en forma de show.

Me quedé pasmado cuando dijeron que Cesar Zuiderwijk, el batería de Golden Earring, iba a deleitarnos con una especie de jam session, unos cuentos solos de batería, algunos ritmos propios y alguna imitación de los grandes baterías de la historia del rock. Para quien no conozca a Golden Earring, es un grupo de hard rock holandés, nacido en los años 60 y con cierta popularidad en los 70 y los 80. Su canción más conocida es Radar Love. Muchos la habréis escuchado, aunque quizá en la versión que White Lion hizo en los 80.

 Vídeo del Radar Love de Golden Earring. Clasicazo

 Y la versión, casi más onocida que la original, que hizo White Lion.

Zuiderwijk tocó un rato. Hizo el solo de Radar Love. Y luego empezó a imitar la forma de tocar de los grandes. Pasó un rato en plan "así tocaba John Bonham; así Keith Moon; así Gene Krupa; así Ian Paice...". Yo estaba alucinado. No es que fuera mi ídolo, ni Golden Earring mi grupo favorito. Pero era un apasionado del rock, especialmente del hard rock y del heavy metal. Y aquello no pegaba en ese viaje de trabajo; ni en lo más remoto me habría imaginado algo así. por cierto, que Golden Earring no hacían heavy, pero eran amigos y una gran influencia de Steve Harris, bajo de Iron Maiden, que sí son mi grupo favorito. Casi nada para un chaval de 25 años perdido en un viaje de trabajo sobre las posibilidades de los marcapasos de última generación.

Recuerdo haberlo comentado al médico del Valle de Hebrón, que, por supuesto, ni conocía al grupo. Pero date que su hijo de 18 años era un fande Iron Maiden. Cuando supo que estaba tocando enfrente de él un batería que era amigo de Stve Harris, cogió el móvil y llamó a su hijo. Le dio un alegráón, casi tan grande como el que me estaba llevando yo.

El señor Cesar Zuiderwijk.
Y, sí, le vi en directo en un pequeño congreso de tecnología sanitaria...
 

... y encima Zuiderwijk es amigo, y Golden Earring una de las grandes influencias,
de Steve Harris, bajo y fundador de Iron Maiden (mi grupo favorito).
Zuiderwijk acabó. Sin pensarlo, me levanté y fue a saludarle. Cruzamos unas frases, le dije que Radar Love era una maravilla y que Steve Harris era buena parte de mi biblia musical. Y, para rematar la faena, esa noche subí a mi habitación con una de las tuercas de uno de los platillos de la batería que Zuiderwijk había utilizado para amenizar la velada. Estaba tan emocionado que, la verdad, no recuerdo si se soltó y la cogí, si me la dio él, si la robé... No soy muy mitómano ni fetichista, pero aún guardo la tuerca. Y el recuerdo de esta historia, que sé que es muy simple, pero que es de las mejores de mi vida. Soy así de simple ;)

Mira tú que manera de hacer un post de música y tecnología sanitaria ;)

viernes, 9 de enero de 2015

Año de elecciones: ladrillo y ¿mejoras en personal?

Año de elecciones, autonómicas (en 13 comunidades) y generales. Coincide con año de presuntos brotes verdes (más macroeconómicos que otra cosa), pero es cierto que todas las autonomías (menos Aragón) han aumentado su presupuesto sanitario para 2015, frente al de 2014. La media de aumento de fondos de un año a otro supera el +2 por ciento, aunque varias regiones aportarán este año entre un 5 y un 10 por ciento más de dinero para la sanidad. Otras, sin embargo, crecen por debajo del 1 por ciento.

Evolución de los presupuestos sanitarios autonómicos entre 2014 y 2015, según datos publicados
por elMinisterio de Hacienda. Elaboración propia de @diariomedico.
El informe completo de Hacienda, aquí
 

Se mezclan tres cosas. La necesidad de seguir mostrándose muy cauto al gastar (Montoro acecha), cierto optimismo por la subida presupuestaria y la necesidad de atraer votos a corto plazo. ¿Por qué van a optar las autonomías? Visto sus planes (aún sólo esbozados) para este año, y según lo que ya se ha dejado ver en 2014, vuelve un viejo amigo que llevaba años apenas dejándose ver: el ladrillo. Casi todas las autonomías, conscientes de que, tradicionalmente (¿erróneamente?), construir se asocia con la fidelidad del usuario-votante, van a impulsar insfraestructuras en forma de nuevos hospitales y centros de salud o, en su defecto, de ampliaciones, remodelaciones y mejoras de los ya existentes.

Aquí, parte del repor que hizo mi compañera @jarreth47 hace unos meses, mostrando que ya el año pasado los gestores desempaolvaban el ladrillo. En 2015 parece confirmarse esta vía.
Enlace a una noticia que hice a finales del año pasado, cuando se habían presentado la mayoría de presupuestos autonómicos. Vistazo a lo que prevén gastar, cómo y dónde, las autonomías en 2015

Esta vía, la del ladrillo sanitario, sigue atrayendo a los políticos que gestionan la sanidad. Pero no siempre es oro todo lo que reluce. Construir hospitales y centros de salud puede ser un arma de doble filo: frente a mejorar la oferta y la calidad, cabe pensar si se hacen demasiados, donde no se necesitan, si interfieren en el circuito asistenial de los ya existentes... Esta semana se ha producido un buen ejemplo de esta tendencia. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se jactaba de ser la región europea que ha construido más infraestructuras sanitarias de toda Europa. Esto puede ser bueno, pero lo hacía sin explicar cómo. Aún se usa el mensaje de que cantidad es calidad. Y no siempre...

140 caracteres para sacar pecho, pero falta el contexto: ¿Eran necesarios y han sido útiles?
No digo ni que sí ni que no, pero alardear de ser 'el que más' tiene doble filo.

La ligera bonanza económica sanitaria en 2015 tiene otro objetivo político, éste, en principio, más enfocado a contentar y reconocer ya no al votante-usuario, sino a los profesionales. OPE, carrera profesional, recuperación de pagas perdidas... son algunas de las pinceladas que varios consejeros autonómicos han prometido para este año. Valencia, por ejemplo, recuperará al cien por cien los complementos retributivos. Cantabria fue la primera comunidad que, en diciembre, anunció la recuperación de la carrera profesional para todos los sanitarios, una medida que casi todas las comunidades habían paralizado desde 2010. Valencia, Aragón y Asturias también han prometido hacerlo.

La vuelta de las OPE es otro de los signos de posible recuperación económica -que pueda afectar a la sanidad-. Muchas autonomías (Galicia, Andalucía, las dos Castillas, Murcia, Aragón, Madrid, C. Valenciana, País Vasco...) ya han anunciado, o están negociando, la realización este año de ofertas públicas de empleo. Otras -pocas-, como Andalucía, prometen mejoras salariales para sus sanitarios, y algunas más, como Asturias, Castilla y León, Aragón y Madrid, han anunciado nuevas interinidades.


Cuadro elaborado por Diario Médico como parte de una noticia de @nuriaMT. Las autonomías prometen y teóricamente presupuestan OPE, interinidades, recuperación de la carrera profesionaly alguna mejora salarial

Volviendo a las infraestructuras, por concretar, entre las apuestas de las autonomías para 2015 (y años siguientes), se pueden citar muchos ejemplo (prometidos y presupuestados): el nuevo Hospital de Toledo, la finalización de obras del Marqués de Valdecilla en Santander, el Hospital del Sur en Tenerife, el nuevo Hospital de Ronda en Málaga, la reactivación de la renovación del Complejo Hospitalario de Salamanca, el Hospital (público-privado) de Vigo, el Hospital de Don Benito en Cáceres, nuevas UCI en el Complejo Hospitalario de Navarra... Todo ello aliñado, en muchas autonomías, con nuevos centros de salud, el remozado de otros ya existentes, la aparición de nuevos consultorios locales...

Toca esperar, ver si se cumplen las promesa, si son para bien, y cómo influyen en las elecciones. Si en el proceso sale ganando la sanidad, bienvenido sea, pero...¿y si no?





viernes, 2 de enero de 2015

2014: Biotecnología, Ébola y divulgación científica

El año pasado sucedieron mil cosas. Me quedo con tres para esta entrada, bastante representativas de mi periplo por 2014, concentradas en tres conceptos.

El primero es Biotecnología. Llevo ocho años escribiendo sobre el sector, en su vertiente sanitaria, y uno le coge interés y cariño a partes iguales. Conozco a su gente y sus interioridades, y me une a él una relación algo más que laboral. Lo siento en una pequeña parte como mío, si se me permite la hipérbole egoísta. Hablo del sector porque 2014 ha sido el Año Español de la Biotecnología, algo de lo que ya hablé en este post anterior. Por lo que sabemos hasta ahora (la onomástica dará aún coletazos en 2015), mucha divulgación, algún progreso en ayudas económico-financieras por parte del Gobierno y algo de implicación política (impulso del Congreso de los Diputados y de los grupos políticos con unanimidad con esta declaración), más la presencia de grandes líderes políticos en el Congreso BioSpain) hacen esbozar una media sonrisa en un año especial, pero bastante difícil, para el sector. La impresión generalizada es que ha llegado a un punto de no retorno: o pega el empujón definitivo y se consolida, o...

La exministra Mato, el presidente de la Xunta de Galicia, Núñez-Feijóo, el exconsejero de Sanidad de Madrid, J. Rodríguez, el coordinador de Sanidad del PP y consejero de Castilla-La Mancha, Echániz... Asistieron al congreso BioSpain 2014. Empujón político, informativo y de visibilidad al sector.

El segundo concepto es negativo: Ébola. A los periodistas nos supuso unas semanas (la primera, en especial, tras conocerse el contagio de Teresa Romero) muy duras, con jornadas larguísimas y poca facilidad para informar. Aprendí bastante, debatí más (con colegas de profesión y profesionales sanitarios) y saqué en regusto amargo por la cobertura mediática "informativa" que le dimos los medios (de esto también hablé en esta otra entrada). Mal ejemplo de periodismo, con sensacionalismo, errores y despreocupación por temas tan importantes como el derecho a la intimidad, la protección de datos, la vida privada o la gestión clínica. Trabajo en un medio sanitario especializado, lo que supone una cobertura, afortunadamente, muy distinta a la de los medios generalistas (periódicos, radios, teles, web...). Suspenso para buena parte del periodismo español. Una pena, de verdad.

Comunicado que lanzó el Hospital La Paz-Carlos III sobre la relación entre comunicación, información, labor clínica y protección de la intimidad. Es sólo un ejemplo de todo lo que se hizo: para pensar.

El tercer concepto es Divulgación Científica, y, en parte, está unido al primero, biotecnología. Me he metido más a fondo en este mundo a lo largo de 2014. No se me da muy bien divulgar, en parte porque me falta la especialización (uno es "sólo" periodista) y porque uno no tiene el don natural de comunicar fácilmente, pero me he hartado de leer al respecto y de intercambiar impresiones con científicos capaces de hacer llegar a la gente de a pie su complejo día a día. Muy contento, por cierto, de dos reconocimientos, los que me dieron Asebio, por ayudar a la divulgación de la biotecnología en redes sociales, y en el Instituto Roche, por informar sobre medicina personalizada.

Más ingredientes: el programa Órbita Laika, que está funcionando muy bien en el prime time de los domingos en la 2 de TVE, mezclando humor y ciencia para (casi) todos los públicos. Un acierto y un alegría. Y, sí, también de esto escribí en 2014, llegando a sugerir un Órbita Laika sanitario. Y un último apunte que une el primer y el tercer concepto: muy orgulloso de formar parte del grupo de amigos y colegas que este año hemos fundado la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (aCb). En 2014 nos hemos presentado y nos hemos organizado: en 2015 se nos verá mucho más.
Una de las mejores noticias de final de año: Órbita Laika. Humor y, lo más importante, ciencia en prime time.
Otra televisión es posible


El menda moderando hace unos meses una de las mesa redondas en la presentación de la Asoiación de Comunicadores de Biotecnología (aCb). Con gente del CSIC, Asebio, Febiotec y Sebiot. Un lujo y un placer.


Dicho todo esto, espero seguir hablando mucho este año del primer y tercer concepto. Del segundo, espero mentarlo poco; si acaso, para hablar de vacunas y erradicación.

Muy feliz 2015