Nota previa: Quien vea en este post un elogio, panegírico o enaltecimiento de la labor política del ministro y del secretario general de Sanidad, libre es de hacerlo. Pero no van por ahí los tiros. Hablaré exclusivamente de su (acertada, de momento, sobre todo en comparación con sus predecesores) política de relación-comunicación con los medios. No es mi intención entrar en debate político (ahora).
Cuando "se fue" Ana Mato del Ministerio de Sanidad creo que todos los periodistas pensamos algo parecido (al margen de otras cosas): ojalá su sustituto sea más abierto, dialogante, accesible, etc, con los medios. Salió, por sorpresa, el nombre de Alfonso Alonso (@AlfonsoAlonsoPP) como ministro, que puso como su segundo, en la Secretaría General que antes ocupaba Pilar Farjas, a Rubén Moreno (@_rubenmoreno).
Mato y Farjas estuvieron tres años rehuyendo protagonismo, pasando bastante de los medios, mirando para otro lado, dejando explicaciones por dar, ofreciendo muy pocos entrecomillados (salvo en las obligatorias comparecencias oficiales) y, en general, teniendo bastante descontentos a los medios (más que al medio, al periodista de a pie), fueran éstos del color o tendencia que fueran. Añado que el Departamento de Comunicación del Ministerio no pudo, supo o quiso reverir esta tendencia informativa/comunicativa opaca.
Alfonso Alonso y Rubén Moreno (centro el post en ellos dos como cabezas más visibles del Ministerio) están dejando, al menos en estas primeras semanas, mejor impresión. Insisto (ver nota previa) en que este post no va sobre política, sobre izquierdas o derechas, sobre retos y promesas de programa, ni sobre la altura política del nuevo equipo ministerial. Va sobre el modo de entender de los políticos las relaciones con los medios de comunicación. Creo que hablo por muchos colegas, pero aquí dejo mis impresiones personales, claro.
Rubén Moreno, en la ruda de prensa sobre hepatitis C en el Ministerio el lunes pasado. En primer plano, Belén Crespo, directora de la Aemps, y Toni Andreu, director del ISCIII. |
Ambos saludan a los medios, de entrada. En sus primeros actos, y lo sigue haciendo (la última vez, en el Consejo Interterritorial de hace unos días), el ministro, concluida su intervención donde fuera, dedicó un rato a acercarse a los periodistas, presentarse, saludarles y cruzar con ellos unas palabras. Lo mismo sucede con Moreno, al que los medios sanitarios ya conocíamos de años atrás.
Cada vez que los medios los paran en los pasillos (el clásico canutazo) se paran a atenderlos, y responden varias preguntas. En la rueda de prensa sobre hepatitis C de hace unos días, pese a los avisos de algún responsable del equipo de prensa, Moreno respondio todas las preguntas, y no fueron pocas. En la Comisión de Sanidad del jueves en el Congreso, en plena sesión, Moreno aprovechó su paso por las bancadas donde estábamos bastante periodistas. Saludó, preguntó, respondió y volvió a su lugar en la sala.
Alonso atendiendo a los medios el jueves pasado, antes de entrar en la Comisión de Sanidad. No, no recuerdo a Ana Mato prodigándose con estas cosas |
Otro detalle. Ambos (con ayuda de su equipo asesor, imagino) están en redes sociales. Cualgan sus actos, declaraciones y las imágenes. Alonso tiene un perfil más oficial, Moreno tuitea no sólo de política, también de medicina y otros temas, y tiene una página de contacto y blog (muy político y oficialista, eso sí). En twitter, que es lo más conozco, sigue a los periodistas, retuitea y hasta responde a mensajes directos. No entra, eso sí, en las numerosas críticas que siguen a algunos de sus tuits (con protagonismo de la hepatitis en los últimos días)
Más. El Director de Comunicación del Ministerio de la era Mato se va (algunas personas de su equipo se quedan), y le sustituye el que era jefe de comunicación de Alonso en el Congreso. De entrada, ya han anunciado que harán un desayuno informal de presentación con los medios, cosa que hacía años que no sucedía en Sanidad. Al nuevp jefe de prensa no puedo aún valorarle, sólo he cruzado unas palabras con él. Ojalá ponga más énfasis en lo necesario de comunicar y explicar que su predecesor.
Valgan estas pocas líneas para ilustrar mi conclusión. Si el equipo Mato no tenía ninguna gana de relacionarse y ayudar en lo posible a los medios, el equipo Alonso, de momento, se está aplicando en hacerlo.Y, oye, políticas aparte, no veas lo que se agradece. Algunos me dicen que es año electoral y que compensa llevarse bien con todos.Quizá tenga que ver. Pero el caso es que, de momento, los periodistas no nos encontramos ante un muro. A años luz, oye.
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