El primero es Biotecnología. Llevo ocho años escribiendo sobre el sector, en su vertiente sanitaria, y uno le coge interés y cariño a partes iguales. Conozco a su gente y sus interioridades, y me une a él una relación algo más que laboral. Lo siento en una pequeña parte como mío, si se me permite la hipérbole egoísta. Hablo del sector porque 2014 ha sido el Año Español de la Biotecnología, algo de lo que ya hablé en este post anterior. Por lo que sabemos hasta ahora (la onomástica dará aún coletazos en 2015), mucha divulgación, algún progreso en ayudas económico-financieras por parte del Gobierno y algo de implicación política (impulso del Congreso de los Diputados y de los grupos políticos con unanimidad con esta declaración), más la presencia de grandes líderes políticos en el Congreso BioSpain) hacen esbozar una media sonrisa en un año especial, pero bastante difícil, para el sector. La impresión generalizada es que ha llegado a un punto de no retorno: o pega el empujón definitivo y se consolida, o...
El segundo concepto es negativo: Ébola. A los periodistas nos supuso unas semanas (la primera, en especial, tras conocerse el contagio de Teresa Romero) muy duras, con jornadas larguísimas y poca facilidad para informar. Aprendí bastante, debatí más (con colegas de profesión y profesionales sanitarios) y saqué en regusto amargo por la cobertura mediática "informativa" que le dimos los medios (de esto también hablé en esta otra entrada). Mal ejemplo de periodismo, con sensacionalismo, errores y despreocupación por temas tan importantes como el derecho a la intimidad, la protección de datos, la vida privada o la gestión clínica. Trabajo en un medio sanitario especializado, lo que supone una cobertura, afortunadamente, muy distinta a la de los medios generalistas (periódicos, radios, teles, web...). Suspenso para buena parte del periodismo español. Una pena, de verdad.
El tercer concepto es Divulgación Científica, y, en parte, está unido al primero, biotecnología. Me he metido más a fondo en este mundo a lo largo de 2014. No se me da muy bien divulgar, en parte porque me falta la especialización (uno es "sólo" periodista) y porque uno no tiene el don natural de comunicar fácilmente, pero me he hartado de leer al respecto y de intercambiar impresiones con científicos capaces de hacer llegar a la gente de a pie su complejo día a día. Muy contento, por cierto, de dos reconocimientos, los que me dieron Asebio, por ayudar a la divulgación de la biotecnología en redes sociales, y en el Instituto Roche, por informar sobre medicina personalizada.
Más ingredientes: el programa Órbita Laika, que está funcionando muy bien en el prime time de los domingos en la 2 de TVE, mezclando humor y ciencia para (casi) todos los públicos. Un acierto y un alegría. Y, sí, también de esto escribí en 2014, llegando a sugerir un Órbita Laika sanitario. Y un último apunte que une el primer y el tercer concepto: muy orgulloso de formar parte del grupo de amigos y colegas que este año hemos fundado la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (aCb). En 2014 nos hemos presentado y nos hemos organizado: en 2015 se nos verá mucho más.
Una de las mejores noticias de final de año: Órbita Laika. Humor y, lo más importante, ciencia en prime time. Otra televisión es posible |
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