miércoles, 5 de noviembre de 2014

Debates en twitter. De médicos, periodistas, periomédicos y mediperiodistas

Que las redes sociales amplifican no es nada nuevo. Esta semana quedó más que demostrado con el encendido debate tuitero en torno a un artículo publicado en un medio generalista, que hablaba sobre "Ocho pruebas médicas que el paciente no debería (ojo el 'debería') retrasar más". El artículo, aquí. Lo primero, leerlo.

El inicio de la polémica...


El debate comenzó con críticas al enfoque del artículo, por cómo lo proponía la periodista, y por las fuentes con las que había contado. El primero de mi TL que, creo, habló de ello, fue @asanleo (que luego, sabiamente, habló de la idoneidad, o no, de continuar el debate en twitter). Yo, como mucha más gente, lo moví, intuyendo que generaría debate (no me equivoqué, llovieron respuestas y comentarios). Muchos internautas, la mayoría médicos y sanitarios muy activos en twitter y en el 2.0 (por citar algunos: @mlalanda, @javierpadillab, @raulcalvorico, @cecilicp), comentaron y/o criticaron su fondo y forma, por varias razones: promover el sobrediagnóstico y la medicalización, valerse de fuentes con posible conflicto de interés y provenientes sólo del sector privado, y por confundir al lector. Otros, menos según mi percepción, criticaron el ataque al trabajo de la periodista. Aunque tengo mis intuciones y mi opinión, no soy experto en la materia, así que no me metí demasiado: leí y pensé mucho, eso sí. Y m salió este post.

Algunos tuits sobre el artículo, vía @javierjdiaz.
El intrusismo profesional entre médicos y periodistas, a debate

Como periodista sanitario, pensé, incluso antes de ver cómo avanzaba el debate, que el lector podía criticar cierto sesgo y falta de fuentes en el artículo, por lo que podía generar cierto rechazo. Como todo lo que escribimos los periodistas, creo que era mejorable. Dicho esto, el debate-crítica se encauzó por vías que no sé si son las más adecuadas. La indignación de los sanitarios llegó hasta la periodista, que entró al trapo, con razón por alusiones. La disputa se calentó y se produjo en un medio abierto y poco dado a facilitar respuestas plenas. No pongo ni un pero a todo lo que se dijo, porque para debatir hay que poner todas las cartas sobre la mesa, (primó el respeto, aliñado con vehemencia), pero me genera dudas si twitter es el mejor medio para que ese debate dé frutos positivos. No sé si los está dando, de hecho.

Me quedo con el mensaje de que muchos clínicos (seguro que no todos, dejo caer) piden más y mejor prevención cuaternaria, frente a la prevención primaria. Creo que los periodistas deberíamos tomar nota de muchas de las sugerencias que le han hecho llegar a la colega (todos nos equivocamos, con consecuencias), pero también que el tono de las críticas fue quizá excesivo, con un canal no del todo inapropiado.

¡Pio, pio, fight!
No fue el caso que me ocupa, pero creo que una de las limitaciones de twitter
son los debates encendidos que precisan de calma y de muchas y claras explicaciones.
Twitter, genial para abrir debates, menos para desarrollarlos, y aún menos para finiquitarlos.
Y en abierto, según qué caos, no se yo...

Más allá del mero debate y de este ejemplo particular, surgen reflexiones (gustan o no, como quedó demostrado en uno de los subdebates que se generó...)como las de @javijdiaz, que se pregunta en su blog, entre otras cosas, si el periodista puede o debe hacer de médico, y viceversa.

Otro debate que se me ocurre es cuáles son las fuentes válidas y mejores. La práctica se resiente porque la teoría no está del todo clara para todos, aunque sé que muchos la ven prístina. Suele pasar que las fuentes son heterogéneas, y hasta contradictorias. La medicina y la salud tienen verdades universales, pero también lo contrario. Si llamas a un presidente de sociedad científica, a un gerente sanitario, a un médico de primaria, a un especialista, a un clínico de 30 años, a uno de 62, a un sanitario de la pública, a uno de la privada, a un médico con formación continuada, a uno sin ella, a uno de una mutua, a un -presunto-pope, a un clínico un pueblo pequeño, a uno de un hospital primario, a uno que colabora con la industria, a uno que nunca... Quizá no te digan lo mismo sobre un mismo tema, y quizá te digan hasta lo contrario. Lo digo por experiencia.

¿Sobrediagnosticamos? ¿Hay acuerdo clínico? ¿Cómo queda reflejado en los medios?

A veces he tenido que escribir sobre la ideneidad, o no, de hacer x o y prueba, y a qué edad, cómo y por qué, y los clinicos no siempre se ponen de acuerdo. Pasa con las vacunas, con los cribados...y hay que añadir a esta dicotomía la industria y los posibles conflictos de interés de los médicos que colaboran con ella (colaboración que, creo, debe darse, pero con mayor transparencia). Lo mejor es consultar todas las fuentes, y plasmarlo, pero, como lector de a pie y como periodista medianamente especializado, ¿te fías de la opinión A o de la B? ¿Y si hay una C?

Ambas, o las tres, parecen válidas a primera y segunda vista. Sé que hay que echar una tercera y una cuarta, pero las fronteras no siempre están tan claras para todos. Ante esto, una posible solución es tener mucha prudencia y cierta desconfianza. Citar a A, citar a B, y, salvo excepciones, no siempre decir que A vale y que B no. Dar voz a todos y, como periodista, salvo que se trate de un entrecomillado, evitar los 'debe' y elegir mejor los 'puede.

Acabo con otro clásico debate del periodismo, que enronca con este post y el artículo que lo desencadena: ¿Yo informo o formo? Mi respuesta es la primera opción, desde luego, aunque la segunda pueda llegar por añadido y, en principio, sin que yo deba hacerme responsable si he hecho bien mi trabajo. Ejemplo: "Fumar aumenta el riesgo de sufrir cáncer". Informo. Si quien lo lee decide dejar de fumar, o fumar más, o menos, o transmitir el mensaje, u ocultarlo... ya no es cosa mía. Luego está lo de desinformar, sí...Ésa es otra (o la misma...) historia

Mal...
Mejor (y a seguir leyendo más allá del titular)

viernes, 24 de octubre de 2014

Asociación de Comunicadores de Biotecnología: día 1 y subiendo

Una imagen vale más que mil palabras.
La gente de la Asociación de Comunicadores de Biotecnología, en su primer día de vida,
(no estuvimos todos, echamos de menos a los ausentes), con amigos y colaboradores

Esta entrada tiene buena parte de autobombo. Es lo que tiene tener un blog, que te permite estas licencias. Pero creo que el tema es interesante, incluso necesario. Ayer jueves 23 de noviembre de 2014 se presentó de forma oficial la Asociación de Comunicadores de Biotecnología (AcB), de la que me siento feliz y orgulloso de ser cofundador, junto a una decena de amigos y colegas, y vocal en la junta directiva. Si no lo haces, sigue a gente como @jaime_delbarrio, @itato, @gemalalbendea, @susaeko, @maberalv, @kinrel_id, @oikit, @jpramirez1980, @erreuvedos...

Dicho así de entrada, AcB, suena a baloncesto, pero esto va de cómo comunicar más y mejor, entre todos y para todos, sobre ácidos nucleicos, biorremediación, transgénicos, células madre, oxidorrecductasas, cosmética, biocombustibles... Y también de cervezas y yogures. Biotecnología, vamos.

Un gusto de mesa coloquio. En la presentación de la acB, Con Cristina Mesa, vocal de Febiotec,
Ainhoa Goñi, dircom del CSIC, Lucía Cecilia, responsable de comunicación de Asebio,
y María José Hernáiz, secretaria de Sebiot. Mujeres y ciencia al poder... y yo en medio ;)

Vimos un nicho que no está del todo cubierto. Otras grandes asociaciones, como la ANIS y la AECC, con las que esperamos trabajar mano a mano en diversas iniciativas, tocan la biotecnología en su labor. Pero no exclusivamente, y el sector es ingente y, a la vez, pide focalización. El reto es coger una palabra que engloba media vida, y un sector que afecta a casi todos los demás, y bajar al barro para comunicar bien de él. En los medios, donde hace falta, pero también en las empresas, centros de investigación, universidades...


Así de desenfadado fue el acto. Rafael Camacho, expresidente de Genoma España y ahora en Twwin;
Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC, y Juan Pablo Ramírez, presidente de la acB,
comparten risas en la presentación.

Nos hemos tirado un poco a la piscina. Podíamos haber esperado y habernos organizado aún mejor, pero, si lo piensas mucho, casi nunca es el momento adecuado. Estamos tranquilos porque hay algo de agua en la piscina, pero también somos conscientes de que hay mucho que hacer. Trabajar para mejorar. Tenemos una idea de cómo hacerlo y lo iremos desarrollando en los próximos meses y años. La Asociación ha sido muy bien recibida, mucha gente nos ha mostrado apoyo, el número de socios crecerá seguro en las próximas semanas, y ya hay interesados en aportar algo de financiación, algo necesario para hacer algunas de las cosas que tenemos en mente.Vaya por delante que somos independientes, cosa que no está negada, si se gestiona bien, con recibir ayuda económica externa.

La sala no era muy grande, pero se llenó. Muchas caras conocidas: Regina Revilla, de Asebio;
Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i; Rafa Camacho, expresidente de Genoma España;
Susana Vieco, del Parque Científico de Madrid; Sara García, de Zeltia;
Xavi Granda, freelance sanitario; Jaime del barrio, del Instituto Roche...

No voy a contar aquí mucho rollo sobre la asociación. Si queréis información, no tenéis más que contactarnos (de momento, vía twitter o en comunicadoresbiotecnologia@gmail.com; en breve estará lista la página web). Si queréis formar parte de ella, saber más, o interesaros, nos tenéis a una llamada, mail, wasap o similares.

Si quería contar que la presentación salió muy bien. La hicimos en el CSIC, que nos cedió un espacio más que adecuado en el edificio contiguo a la mítica Residencia de Estudiantes. Gracias a que los que estamos aupando la AcB tenemos algún contacto, varios conocidos y bastantes amigos dispuestos a echarnos un cable,  particparon en la presentación un buen puñado de grandes nombres vinculados con el sector.

El presidente del CSIC abrío el acto, el exdirector de Genoma España, Rafael Camacho, dio una breve charla, y la secretaria de estado de I+D+i, Carmen Vela, lo clausuró. Entremedias, contamos con representantes de cuatro de los agentes más importantes para la difusión del sector biotecnológico en España: el propio CSIC, Asebio, Sebiot y Febiotec. Gracias a @lucimerca, @ainhoagoni, Cristina Mesa y María José Hernáiz por acompañarnos y exponer su punto de vista en una mesa redonda que tuve el gusto de moderar. Quien me conoce sabe que me pongo camisa 10 veces al año: el pasado jueves fue uno de ellos, y hasta le sumé una chaqueta que casi me lleva al golpe de calor mientras hablaba.

Parece que trabajo y todo. Con la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, que clausuró el acto
A partir de ahora, a currar. Somos unos cuantos implicados, todos muy liados por razones varias, pero nos toca poner a rodar los grupos de trabajo y las iniciativas que ya tenemos en mente. Sin prisa pero sin pausa. Esperamos contar, y el acto del jueves así nos lo dio a entender, con la ayuda de mucha gente, sea en forma de asociado o de cualquier otra manera. Todo suma si viene con ganas e implicación.

Ni que decir tiene que acabamos la presentación como debe ser: haciendo networking con una cervecita en la mano. Buenas charlas entre amigos, aprovechando para desvirtualizar a varios conocidos ("¿Pero tú eres Plaza_Bickle?"). Como los antiguos egipcios, que ya se valían de la biotecnología para hacer el zumo de cebada que tanto nos gusta. Qué gente tan sabia

lunes, 13 de octubre de 2014

#ÉbolaenEspana: información y/o desinformación: líneas rojas

He dejado pasar una semana de crisis del Ébola en España, tras el ingreso, el pasado lunes, de la auxiliar infectada, para escribir esto. Aunque hubiera querido escribirlo antes, no habría tenido tiempo: la semana ha sido frenética en muchos frentes, y uno de ellos ha sido el periodismo. Hemos (como periodista, hablo en plural) hecho cosas bien, claro, pero también hemos descarrillado en varias ocasiones. Demasiadas. Se han cruzado líneas rojas con mucha frecuencia.

De entrada, os dejo aquí el enlace al comunicado de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) @anisalud A partir de ahí, hablamos.

No ha sido nada fácil acceder a información durante la última semana. Las redacciones tienen menos medios que antes. Algunos profesionales nunca se habían enfrentado a tal crisis de salud pública. Adelantarse a la competencia está en la cabeza de todos. Etc, etc., pero nada de esto es disculpa. Se ha desinformado a la población, se ha olvidado la ética y el profesionalismo, se ha vulnerado la intimidad de la paciente, y se ha ensuciado (más) el periodismo.


Una de las ideas principales delSlideshare 'Comunicación y crisis' (aquí, completo).
De utilidad para políticos y gestores, pero también para periodistas.

Vía Juan Carlos March, profesor de la EASL @joancmarch

La penúltima afrenta ha sido la publicación, en casi todos los grandes medios digitales, de una foto de la auxiliar en su habitación. De hecho, son varias fotos. Una de ellas, casi un primer plano aunque algo borroso, la firmaba Reuters, que, de entrada, rompía su política de privacidad (Aquí, el documento completo de la agencia). Al olor de la novedad morbosa, la mayoría de medios publicaron la foto. Algunos la retiraron tras una avalanzha de críticas sociales y profesionales, otros la mantuvieron. Lo preocupante es que 9 de cada 10 medios decidieran hacer uso de ella. Llegó la foto, se pensó, y se decidió. Muy preocupante.

Han circulado más fotos; sobre una de ellas, un plano general de la habitación de la auxiliar, con ella encamada, escribía esto el director del El Periódico, defendiendo su publicación. Juzgad vosotros: a mí me sigue sin aportar nada, y sigo pensando que viola su intimidad.

Extracto de la política sobre privacidad de Reuters, agencia que distribuyó la imagen de la auxiliar ingresada y que la mayoría de mediso españoles utilizaron. El pantallazo es de Moeh Atitar (@guerraypaz), que lo distribuyó en twitter.


En días anteriores, se fue conociendo el nombre de la afectada, sus apellidos, su edad, su dirección, su lugar de nacimiento, datos de sus familiares... La violación de su intimidad no ha cesado hasta que, tristementente, hemos aceptado pulpo como animal acuático. Empezamos a creernos que todo vale. Que, como sucede a nuestro alrededor y es una costumbre extendida, hay que incorporarlo a la normalidad. Y no. No me meto, por ignorancia, en si caben acciones legales, pero sí sé que los medios (y las fuentes de donde surgieron estas filtraciones) se han saltado a la torera la ética, la protección de datos, la intimidad de la paciente...

El Carlos III/La Paz salíó al paso de la publicación de las imágenes de la paciente:
"Apelamos a la responsabilidad de los medios; pedimos información veraz, contrastasa y ajenas a rumores"

Por no hablar de la información poco contrastada e innecesaria. Empezando por los extremos, un medio llegó a publicar la muerte de la paciente, y otro sorprendió con una noticia que explicaba qué sucedería con sus restos si falleciera. Se dio pábulo, en el día que la afectada parecía estar más grave, a mil y una suposiciones. Entubada o no, tratada con Z.Mapp, con plasma, con uno u otro antiviral, o con una nueva terapia experimental, con problemas respiratorios o no, posible inicio de fallo multiorgánico, etc, la paciente, su entorno, los profesionales y la sociedad no merecían bulo alguno.

Algunos de nosotros nos hemos fiado de fuentes indirectas, de personas cuyo estado emocional no es el más indicado para sustentar una noticia, de habladurías, de debates más que prescindibles. He leído de llamadas que no deberían haberse producido, de 'visitas' a zonas restringidas, de imperativos legales en las redacciones provinientes de quien no tiene idea...

Y, en el colmo del paroxismo, todos hemos podido ver montajes inventados sobre nuevos casos. Estas falsas noticias incluían la firma del periodista que, presuntamente, las ahbría escrito, y la cabecera del medio. Algunos falsos casos apuntaban a Castilla-La Mancha, por citar un caso, y el tema ya está en los tribunales. Parece una broma, pero no lo es. Esto no es periodismo, pero puede dañarlo aún más.

Denuncia de la Consejería de Sanidad de CLM, a la Fiscalía de Toledo, ante la proliferación de noticias falsas sobre casos de Ébola. Firmadas con el nombre de periodistas reales y de medios rales. La locura


Podría extenderme más, pero creo que queda claro el mensaje. El hagstag que (creo) se sacó de la manga @javiviz acertadamente, #QuitadlafotodeTeresa, resume bien el sentir: cuidemos un poco nuestro trabajo y la labor que hacemos,y la intimidad de la gente, por descontado.

El hagstag #QuitadlafotodeTeresano se movió tanto como yo pensaba, pero @javiviz tenía más razón que un santo

lunes, 6 de octubre de 2014

Sobre la financiación del Instituto de Salud Carlos III



La explicación que dio ayer en el Congreso Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i, sobre la pérdida de financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), merece una reflexión. El ISCIII se nutre de fondos ministeriales, pero también de un pequeño porcentaje de lo que factura la industria farmacéutica (entre el 1 y el 2 por ciento del total, algo regulado por la disposición adicional sexta, si mal no recuerdo). Los laboratorios destinan, de este porcentaje, la mitad a la investigación sanitaria del Carlos III, que depende de Economía, y la otra mitad al Ministerio de Sanidad (entre otras cosas, al Fondo de Cohesión -que anda muy escaso, dicho sea de paso-).

Me parece importante concretar qué parte de la financiación del Instituto es pública, y cuál, privada, pero no logro reunir los datos: hasta donde he llegado, gracias a la ayuda de @lauragibanes, intuyo que el dinero público supera al privado. Por cierto, el ISCIII contaba este año con algo más de 286 millones; en 2015 serán 273. Como recuerdo, el Carlos III lleva cinco años perdiendo financiación, con la excepción de este año, con un 2 por ciento más. En 2015 perderá más de un 4 por ciento, y en 2011, 2012 y 2013 su presupuesto también cayó, uno de los años casi un 10 por ciento. La media sonrisa de 2014 se vuelve a difuminar: la (teórica) recuperación económica no redunda en el Carlos III. 

Así ha evolucionado el presupuesto del ISCIII en los últimos cinco años. La lectura está clara

Me parece bien (siempre con transparencia y buena gestión) que la industria aporte fondos a la investigación, aunque me parecería mejor que la Administración no tuviera que justificar recortes por una menor aportación privada. Y es que lo que propone Vela, y en principio no le falta lógica, es que, con la caída del gasto y la factura farmacéuticas, los laboratorios ingresan menos, por lo que se reducen los fondos que deben destinar a las arcas del Carlos III. Mientras Vela dice que el dinero que aporta el Ministerio va aumentando, aunque, visto lo visto, no lo suficiente para que el Instituto no sufra recortes presupuestarios. Este año, Economía dio 18 millones más al ISCIII, y en 2015 pondrá otros seis extra, parece. La secretaria de Estado dijo, literalmente, "hemos hecho lo que hemos podido", dando a entender que Economía no puede compensar la aportación reducida de la industria.

La conclusión es que el Instituto Carlos III no lo tiene fácil. El Gobierno no puede, o no quiere, insuflarle más financiación, y ni siquiera lo deja al margen de los recortes generalizados. Pero es que el Gobierno lleva años fomentando una reducción del gasto farmacéutico, lo que, visto lo explicado antes, afecta indirectamente a que el ISCIII reciba menos fondos de la industria. Parece un loose-loose. La pregunta que me surge es si el porcentaje que aportan los laboratorios puede subir y superar ese 1-2 por ciento de su facturación. Lo ignoro, pero imagino no está la industria como para aceptar otra vía de escape de fondos.

Carmen Vela, hace unos días en el Congreso.
Sobre la pérdida de fondos del ISCIII,
tras decir que la financiación púvblica sube,
añadió: "Hemos hecho lo que hemos podido"

El Instituto Carlos III ha impulsado en los últimos años, dándoles la manija de la investigación biosanitaria, los Institutos de Investigación Sanitaria (IIS) y los Centros de Investigación Biomédica en Red (Ciber). Son, o eso se pretende, la joya de la corona de la investigación biomédica, junto con el CNIO y el CNIC (que tendrán el año próximo presupuestos congelados, por cierto). El ISCIII tiene buenos proyectos y un director que, hasta donde sé, tiene ganas de ver a la ciencia más arriba de lo que está ahora. Pero sus centros y proyectos van a tener que liderar el sistema, salvo que la letra pequeña de los presupuestos siga otra cosa, apretándose el cinturón y con unos bolsillos menos llenos. 

Todo lo que he escrito afecta a la cáscara, a lo que las personas de a pie (quizá los periodistas algo más) podemos saber sobre la financiación de los centros públicos. Ignoro, y ojalá sea así, si, bajo una apariencia de recortes, centros como el Carlos III pueden mejorar indicadores de la i+d+i con una microgestión basada en el más con menos. Si es así, estaré encantado de escribir en este y otros foros que la pérdida de fondos tiene poca importancia. Repito, ojalá sea verdad el más con menos, pero lo que la ciencia necesita es que se intuya, desde fuera y sin tener que indagar mucho, que el Gobierno apuesta por ella. Y no, hasta ahora no se ve a las claras.

No es por hacer demagogia: más allá de pancartas o partidismos,
esta frase encierra una verdad como un templo. Hay que sacarla a la calle,
pero también meterla en la cabeza de muchos.

lunes, 29 de septiembre de 2014

El sector biotecnológico... ¿aguanta el tirón? Sobre BioSpain 2014, y más


En los últimos días he tuiteado mucho de Biotecnología, más de lo normal. Lo he hecho desde Santiago, cubriendo in situ el BioSpain 2014, alejándome 3 días de la política sanitaria y científica que me atrapa en el día a día laboral. Sólo en parte, ya que Mato, Farjas, Núñez-Feijóo y compañía visitaron el congreso, y Ministerio de sanidad y consejerías autonómicas decidieron celebrar una reunión informal coincidiendo en tiempo y espacio con el congreso. Ni yéndome de Madrid a hablar sólo de biotecnología me libro de la política sanitaria, que eclipsó informativamente a lo puramente biotecnológico cuando la ministra anunció la financiación pública de Sofosbuvir, para la hepatitis C. Canutazo, llamada al periódico, "oye guárdame otra página", más curro...

Con el hagstag #BioSpain2014, el congreso se movió bien en redes sociales.
Algo más de impacto 2.0 me esperaba yo, quizá

Este post es una mezcla de la crónica de ambiente que escribí para un especial publicado en Diario Médico, y de otras ideas que no tienen en esta publicación su destino más lógico. ¿Qué me traigo de BioSpain? Mucho curro, pero un montón, y mucho gusto de saludar, charlar y compartir ideas con medio sector (medios, clínicos, investigadores, empresarios, patronal, inversores...) Llevo 8 años viajando para cubrir congresos científicos, nacionales e internacionales, y este BioSpain se ha llevado la palma en cantidad de curro. Me ha dejado exhausto mentalmente, y la noche compostelana del jueves me remató. Sarna con gusto no pica...

Networking nocturno.
Tras el curro, hubo algo de tiempo para visitar los bares compostelanos.

La séptima edición de BioSpain ha cumplido expectativas. El congreso, desde su edición de 2010 en Pamplona (era su cuarta edición), va sobrado: es un valor seguro y ya sólo le queda superar registros. Madrid 2006 y Granada 2008 sembraron la semilla cuando la cita aún era más underground; Bilbao 2012 confirmó el boom, y Santiago 2014 no iba a ser menos. El norte le sienta bien a BioSpain: veremos si la edición de 2016 sige la tradición, o se mueve hacia el sur. Algunos 'listos' piden Canarias... ;)


El primer especial que escribí sobre BioSpain. Hace ya seis años...

Visto desde el punto de vista del periodista asistente, la evolución ha sido tremenda. Casi no guardo recuerdos de la primera edición a la que asistí, en Madrid 2006. Sí me acuerdo más de Granada 2008, donde, medios locales al margen, creo que fui el único periodista invitado a cubrir el congreso. Me vi buscándome la vida, comiendo con investigadores y clínicos, buscando entrevistas, pululando... Era novato, pero guardo buenos recuerdos, como la cerveza que me tomé en un pequeño bar con Mariano Esteban, investigador del CNB-CSIC y hoy presidente de la Real Academia de Farmacia, mientras hablábamos sobre virus y vacunas.

... Y van cinco ediciones. En 2006 le cogí el gusto al sector, y he tenido la suerte de estar en 2008 (Granada), 2010 (Pamplona), 2012 (Bilbao) y en ésta última, 2014 (Santiago)

Lo difícil no es llegar, sino mantenerse y seguir creciendo, y ahí BioSpain puede esbozar una sonrisa. Es más de lo que puede hacer el sector al que representa, que está pasando un año de dudas y con el gesto algo torcido, consciente de que, más que nunca, se la jugará entre los presuntos brotes verdes de 2015 tras dos años difíciles en los que, pese a todo, ha aguantado el tirón. Hay razones para ver el vaso medio lleno, o medio vacío.

Este sector es multidisciplinar, pero no deja de ser una familia. No muy extensa, y muy joven. La media de edad de clínicos, responsables de laboratorios, inversores, empresarios, etc., puede rondar los 40. Todos se conocen, y viven el congreso de forma diferente a lo que pueden ser sus homólogos de otras disciplinas. Reina cierto desenfado y es casi imposible, también para los medios que normalmente cubren el sector, caminar 100 metros en BioSpain sin dar 200 abrazos, estrechar 100 manos y echar unas cuantas risas.


La política, en BioSpain. El presidente Alberto Núñez-Feijóo, la ministra Ana Mato, los consejeros Echániz y Rodríguez... Los políticos se acercaron al congreso, lo visitaron y aprendieron un poco de biotecnología (espero).

La biotecnología asoma la cabeza pese a las dificultades: el sector tiene mucho de vocacional, y sus protagonistas lo sienten suyo. Lo conocen como la palma de su mano, hacen los deberes, van pasos por delante y lo defienden con uñas y dientes. Los clásicos de la biotecnología llevan años compartiendo congreso, y saben que el networking es igual de fructífero con el primer café de la mañana, entre los stands comerciales, en las sesiones científicas y con la penúltima copa de la noche.

Hay tiempo para todo, también para recordar que se necesita ayuda externa, tanto pública como privada. En esta edición, estuvieron presentes la ministra de sanidad, los consejeros autonómicos, el presidente de la Xunta... El tiempo dirá si este apoyo presencial se convierte en apoyo económico, social y político. Ya tenemos los PGE para 2015, y parece haber una subida para la I+D+i... habrá que leer la letra pequeña, y esperar para saber si la biotecnología puede aprovecharse.

El CSIC, que alberga numerosos biomédicos y biotecnológicos, trata de levantar la cabeza tras su annus horribilis.
A vueltas con la financiación.... Forges, agudo, como siempre.




miércoles, 16 de julio de 2014

Año Español de la Biotecnología: luces y sombras para el sector

El Año Español de la Biotecnología, que se celebra este 2014 tras la necesaria aprobación parlamentaria (estuvo a punto de celebrarse en 2013), coincide con un momento difícil para el sector. La caída de la financiación de la I+D+i en los últimos años (paliada leve, pero insuficientemente, este año), más los problemas endémicos de la biotecnología (falta de inversión y capital riesgo, poca cultura emprendedora, escasa flexibilidad reguladora...), hacen que mirar hacia 2012, año al que corresponden las últimas cifras estudiadas, suponga torcer la sonrisa.

Esta semana, el mismo día para ser más exactos, lunes, coincidieron la presentación oficial del Año Español de la Biotecnología y la presentación del Informe anual de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). Por si fuera poco, se celebró el congreso de la Federación Española de Biotecnólogos (organizado por Febiotec y Asbtec). El sector, que lleva años aguantando el tirón, sacando fuerzas de flaqueza y creciendo en muchos ámbitos, parece que no puede estirarse más. Sufre, aunque aún es capaz de mostrar buena cara.

Asebio habla en su informe de "fragilidad, agotamiento y ralentización". Se hace más difícil que nunca ver el vaso medio lleno, aunque aún es posible, con una subida de las cifras de negocios, un alza de la llamada bioeconomía (de suponer el 3 por ciento del PIB en 2008 ha subido hasta el 7,8 en 2012), y una mayor generación de empleo.

Presentación del Informe Asebio, el pasado lunes. La foto es de Mauricio Skrycky. Buena parte del sector biotecnológico, reunido en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tratando de poner al mal tiempo, buena cara, y aferrándose a cifras de negocio, empleo y bioeconomía para ver el vaso medio lleno.

Lo citado es lo más positivo. Lo negativo es que continúa (aunque se haya atenuado en 2012 frente a 2011) la caída de inversión en I+D+i de las empresas biotecnológicas. Baja por segundo año consecutivo. Además, con datos de 2013, la publicación de patentes bajó un 15% por ciento en comparación con el año anterior.

Pero, más que las cifras en sí, a las que el sector se aferra (con cierta razón) para concluir que aguanta el chaparrón, aumenta la sensación de desaliento general. Desaliento por falta de apoyo político, porque se frena la evolución positiva, y porque el sector está llamado a ser un motor económico y no puede, no sabe, o no le dejan demostrarlo.

El Año Español de la Biotecnología (que, por cierto, aún no se ha publicado en el BOE...) se beneficiará, aunque no cuente con financiación específica y finalista, de un 10 por ciento del presupuesto para la divulgación científica. Del total, unos 3 millones de euros, una décima parte se destinará a promocionar la biotecnología.

Además, habrá beneficios fiscales extra para el sector. Se incidirá en la educación social, en el conocimiento de base, para hacer que la biotecnología le llega más a la gente de a pie. Sin olvidar que, para que esto avance, debe entrar en la cabeza de los responsables políticos. Se da por hecho que ya está en la agenda política, pero aún hay que demostrarlo.

Presentación oficial de las actividades del Año Español de la Biotecnología. La foto, de nuevo, es de Mauricio Skrycky. Las mejores noticias para el sector pueden llegar por medio de la financiación europea. Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i, dijo que los datos avalan el crecimiento del sector.

Hay cierto miedo de que todo quede en poco más que promesas sobre el papel, aunque lo cuatro promotores del Año de la Biotecnología (Febiotec, Asebio, Sebiot y SEM) harán todo lo posible para que no sea así. Cuentan, aunque tenga las manos algo atadas, con la buena disposición de la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, que lleva media vida ligada al sector biotecnológico.

De fondo está el programa de investigación europeo, Horizonte 2020, puede echar un cable. Si es difícil rascar financiación en España, todos miran a Europa. Y puede ser buena vía; en el programa previo, el VII Programa Marco, España fue el cuarto país de la UE que más proyectos biotecnológicos consiguió. En el programa de biotecnología de Horizonte 2020, que aún no está cerrado, va primera en la carrera por entrar en proyectos y liderarlos. Quizá la ciencia española no se puede permitir ser euroescéptica...

Para acabar, una foto (algo vanidosa) con los galardonados por Asebio por comunicar y divulgar la biotecnología. Por ahí asomo; me dieron un accésit por "continua difusión de la biotecnología" vía twitter y blog. Más contento que unas castañuelas: es el sector en el que más a gusto me muevo, con el que más disfruto escribiendo. Gracias!

jueves, 10 de julio de 2014

Sobre el cierre estival de camas y quirófanos: we want information


El debate sobre el cierre de camas en verano es tan recurrente como el I got you baby que Bill Murray escucha todos los días al despertarse en ese películón de Harold Ramis que es El día de la marmota. Como me pasa a mí con las camas, a Phil Connors (que así se llama el personaje de Murray) le falta información de por qué se despierta cada mañana en el mismo día. Éste es un post lleno de dudas y preguntas, y con pocas afirmaciones y respuestas. Ojalá la cosa esté más clara en comparación como la veo yo.

 
 ¡Buenos días excursionistas, hoy es el día de la marmota...!

En frío, sin pensarlo: estoy en contra del cierre de camas hospitalarias en verano. Mejor que no se cierren, por si acaso. Luego me da por pensar algo más el tema, y no puedo llegar a muchas más conclusiones, porque me faltan datos. Las consejerías dicen que se basan en la experiencia previa para cerrar según qué camas, y los sindicatos hacen lo propio para decir que pueden colapsarse las Urgencias; que en julio y agosto aumentan las listas de espera, y que lo acaba pagando el paciente.

Precisamente al paciente, al menos el que tenga un mínimo interés en profundizar en este debate, se le puede quedar la cara de Bill Murray cuando va comprendiendo en el bucle en el que se ha metido. Conviene introducir un subdebate, como hacía  Miguel Ángel Máñez en una reciente entrada de su Saludconcosas: "El cierre de quirófanos es una mala noticia para la lista de espera, pero el cierre de camas no va a impedir que se siga operando. Y si es cirugía ambulatoria, menos problema todavía". Luego volveré a esta dicotomía, que me genera aún más dudas.

¿What the fuck...? ¿Me explicas por qué cierras camas y quirófanos?
Si, en tres clicks, pudiéramos acceder a a una página que nos dijera cuántas camas y quirófanos cerró un hospital el año pasado, cuánto aumentó o disminuyó su actividad en Urgencias en ese tiempo, cómo evolucionó la lista de espera, qué variación de personal hubo, cuántas cama se ocuparon, si se echaron en falta las cerradas, qué día a día asistencial tuvieron pacientes y sanitarios... Si supiéramos esto de forma ágil y sencilla, por centro, provincia y comunidad autónoma, probablemente el debate no sería tanto, y una de las partes (administración-gerencia o profesionales-sindicatos-pacientes) se cargaría de razón. Y con pruebas fehacientes.

 We want information.... Information!
Intro de la serie británica The prisoner (de la que luego Iron Maiden hizo su propia lectura, tomando prestada la intro). ¡Datos!

Pero esta evaluación no se da hoy día (si se da, peor, porque no es accesible). Visto así, con los mimbres actuales (las provincias y comunidades cierran cada verano, grosso modo, entre un 10 y un 30 por ciento de las camas de sus hospitales, aunque hay cierres de quirófanos que superan el 50 por ciento del total), ¿no parece más lógico planes de gestión estivales para, adaptado a cada situación y realidad, y descongestionar el sistema? El cierre ahorra (en principio y a corto plazo), claro, y eso es muy bienvenido. ¿El presupuesto es tan justo que no lo permite? ¿Es un absurdo pensar en no cerrar quirófanos para reducir las esperas? Vuelvo a una idea previa: ¿Qué relación hay entre cierre de quirófanos, cierre de camas y aumento de lista de espera?

Cuadro de una publicación de la Fadsp sobre el cierre de camas en Galicia. No he buceado para confirmar los datos; lo pongo como ejemplo del vínculo cierre de camas-aumento de lista de espera quirúrgica: ¿se conoce bien?

Acabo. ¿Y el resto del año? Hay plantas, camas y servicios poco aprovechados a lo largo de los 12 meses. Si en verano nos da la fiebre,. ¿por qué no extenderla, bien gestionada, a todo el año? SNS y pacientes lo agradecerían.