lunes, 13 de octubre de 2014

#ÉbolaenEspana: información y/o desinformación: líneas rojas

He dejado pasar una semana de crisis del Ébola en España, tras el ingreso, el pasado lunes, de la auxiliar infectada, para escribir esto. Aunque hubiera querido escribirlo antes, no habría tenido tiempo: la semana ha sido frenética en muchos frentes, y uno de ellos ha sido el periodismo. Hemos (como periodista, hablo en plural) hecho cosas bien, claro, pero también hemos descarrillado en varias ocasiones. Demasiadas. Se han cruzado líneas rojas con mucha frecuencia.

De entrada, os dejo aquí el enlace al comunicado de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) @anisalud A partir de ahí, hablamos.

No ha sido nada fácil acceder a información durante la última semana. Las redacciones tienen menos medios que antes. Algunos profesionales nunca se habían enfrentado a tal crisis de salud pública. Adelantarse a la competencia está en la cabeza de todos. Etc, etc., pero nada de esto es disculpa. Se ha desinformado a la población, se ha olvidado la ética y el profesionalismo, se ha vulnerado la intimidad de la paciente, y se ha ensuciado (más) el periodismo.


Una de las ideas principales delSlideshare 'Comunicación y crisis' (aquí, completo).
De utilidad para políticos y gestores, pero también para periodistas.

Vía Juan Carlos March, profesor de la EASL @joancmarch

La penúltima afrenta ha sido la publicación, en casi todos los grandes medios digitales, de una foto de la auxiliar en su habitación. De hecho, son varias fotos. Una de ellas, casi un primer plano aunque algo borroso, la firmaba Reuters, que, de entrada, rompía su política de privacidad (Aquí, el documento completo de la agencia). Al olor de la novedad morbosa, la mayoría de medios publicaron la foto. Algunos la retiraron tras una avalanzha de críticas sociales y profesionales, otros la mantuvieron. Lo preocupante es que 9 de cada 10 medios decidieran hacer uso de ella. Llegó la foto, se pensó, y se decidió. Muy preocupante.

Han circulado más fotos; sobre una de ellas, un plano general de la habitación de la auxiliar, con ella encamada, escribía esto el director del El Periódico, defendiendo su publicación. Juzgad vosotros: a mí me sigue sin aportar nada, y sigo pensando que viola su intimidad.

Extracto de la política sobre privacidad de Reuters, agencia que distribuyó la imagen de la auxiliar ingresada y que la mayoría de mediso españoles utilizaron. El pantallazo es de Moeh Atitar (@guerraypaz), que lo distribuyó en twitter.


En días anteriores, se fue conociendo el nombre de la afectada, sus apellidos, su edad, su dirección, su lugar de nacimiento, datos de sus familiares... La violación de su intimidad no ha cesado hasta que, tristementente, hemos aceptado pulpo como animal acuático. Empezamos a creernos que todo vale. Que, como sucede a nuestro alrededor y es una costumbre extendida, hay que incorporarlo a la normalidad. Y no. No me meto, por ignorancia, en si caben acciones legales, pero sí sé que los medios (y las fuentes de donde surgieron estas filtraciones) se han saltado a la torera la ética, la protección de datos, la intimidad de la paciente...

El Carlos III/La Paz salíó al paso de la publicación de las imágenes de la paciente:
"Apelamos a la responsabilidad de los medios; pedimos información veraz, contrastasa y ajenas a rumores"

Por no hablar de la información poco contrastada e innecesaria. Empezando por los extremos, un medio llegó a publicar la muerte de la paciente, y otro sorprendió con una noticia que explicaba qué sucedería con sus restos si falleciera. Se dio pábulo, en el día que la afectada parecía estar más grave, a mil y una suposiciones. Entubada o no, tratada con Z.Mapp, con plasma, con uno u otro antiviral, o con una nueva terapia experimental, con problemas respiratorios o no, posible inicio de fallo multiorgánico, etc, la paciente, su entorno, los profesionales y la sociedad no merecían bulo alguno.

Algunos de nosotros nos hemos fiado de fuentes indirectas, de personas cuyo estado emocional no es el más indicado para sustentar una noticia, de habladurías, de debates más que prescindibles. He leído de llamadas que no deberían haberse producido, de 'visitas' a zonas restringidas, de imperativos legales en las redacciones provinientes de quien no tiene idea...

Y, en el colmo del paroxismo, todos hemos podido ver montajes inventados sobre nuevos casos. Estas falsas noticias incluían la firma del periodista que, presuntamente, las ahbría escrito, y la cabecera del medio. Algunos falsos casos apuntaban a Castilla-La Mancha, por citar un caso, y el tema ya está en los tribunales. Parece una broma, pero no lo es. Esto no es periodismo, pero puede dañarlo aún más.

Denuncia de la Consejería de Sanidad de CLM, a la Fiscalía de Toledo, ante la proliferación de noticias falsas sobre casos de Ébola. Firmadas con el nombre de periodistas reales y de medios rales. La locura


Podría extenderme más, pero creo que queda claro el mensaje. El hagstag que (creo) se sacó de la manga @javiviz acertadamente, #QuitadlafotodeTeresa, resume bien el sentir: cuidemos un poco nuestro trabajo y la labor que hacemos,y la intimidad de la gente, por descontado.

El hagstag #QuitadlafotodeTeresano se movió tanto como yo pensaba, pero @javiviz tenía más razón que un santo

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo. Yo veo en todo este tema varios problemas:
    - El amarillismo de algunos periodistas, que es vomitivo. Se ve que la ética la aprobaron copiando.
    - La gente que demanda ese tipo de informaciones. Si no vendiera, no la sacarían.
    - Los que la fomentan desde todos los lados (cuánto sanitario y similar está de ronda por diferentes medios o hace declaraciones en la puerta del hospital saltándose la petición de Teresa de que no se informara).
    - Una enorme crisis de comunicación institucional. La comunicación es casi lo más importante en gestión de catástrofes y ha sido un desastre (parece que se está arreglando un poco últimamente, pero no del todo). ¿Por qué dice el comité que Teresa toma líquidos si ella no quería dar información? Y ya de la comunicación vía ministra o consejero ni te cuento. Deberían haberse limitado a dar un pronóstico (leve, moderado, grave, muy grave) y punto. Y al mismo tiempo dar la información científica suficiente para no empujar a los periodistas a los charcos del marujeo.
    Toca hacer examen de conciencia todos. Los periodistas los primeros... pero no solos.

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  2. Suscribo punto por punto. Pasan los días y me dan gnas de escribir otro post similar :(

    Jose

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