jueves, 10 de julio de 2014

Sobre el cierre estival de camas y quirófanos: we want information


El debate sobre el cierre de camas en verano es tan recurrente como el I got you baby que Bill Murray escucha todos los días al despertarse en ese películón de Harold Ramis que es El día de la marmota. Como me pasa a mí con las camas, a Phil Connors (que así se llama el personaje de Murray) le falta información de por qué se despierta cada mañana en el mismo día. Éste es un post lleno de dudas y preguntas, y con pocas afirmaciones y respuestas. Ojalá la cosa esté más clara en comparación como la veo yo.

 
 ¡Buenos días excursionistas, hoy es el día de la marmota...!

En frío, sin pensarlo: estoy en contra del cierre de camas hospitalarias en verano. Mejor que no se cierren, por si acaso. Luego me da por pensar algo más el tema, y no puedo llegar a muchas más conclusiones, porque me faltan datos. Las consejerías dicen que se basan en la experiencia previa para cerrar según qué camas, y los sindicatos hacen lo propio para decir que pueden colapsarse las Urgencias; que en julio y agosto aumentan las listas de espera, y que lo acaba pagando el paciente.

Precisamente al paciente, al menos el que tenga un mínimo interés en profundizar en este debate, se le puede quedar la cara de Bill Murray cuando va comprendiendo en el bucle en el que se ha metido. Conviene introducir un subdebate, como hacía  Miguel Ángel Máñez en una reciente entrada de su Saludconcosas: "El cierre de quirófanos es una mala noticia para la lista de espera, pero el cierre de camas no va a impedir que se siga operando. Y si es cirugía ambulatoria, menos problema todavía". Luego volveré a esta dicotomía, que me genera aún más dudas.

¿What the fuck...? ¿Me explicas por qué cierras camas y quirófanos?
Si, en tres clicks, pudiéramos acceder a a una página que nos dijera cuántas camas y quirófanos cerró un hospital el año pasado, cuánto aumentó o disminuyó su actividad en Urgencias en ese tiempo, cómo evolucionó la lista de espera, qué variación de personal hubo, cuántas cama se ocuparon, si se echaron en falta las cerradas, qué día a día asistencial tuvieron pacientes y sanitarios... Si supiéramos esto de forma ágil y sencilla, por centro, provincia y comunidad autónoma, probablemente el debate no sería tanto, y una de las partes (administración-gerencia o profesionales-sindicatos-pacientes) se cargaría de razón. Y con pruebas fehacientes.

 We want information.... Information!
Intro de la serie británica The prisoner (de la que luego Iron Maiden hizo su propia lectura, tomando prestada la intro). ¡Datos!

Pero esta evaluación no se da hoy día (si se da, peor, porque no es accesible). Visto así, con los mimbres actuales (las provincias y comunidades cierran cada verano, grosso modo, entre un 10 y un 30 por ciento de las camas de sus hospitales, aunque hay cierres de quirófanos que superan el 50 por ciento del total), ¿no parece más lógico planes de gestión estivales para, adaptado a cada situación y realidad, y descongestionar el sistema? El cierre ahorra (en principio y a corto plazo), claro, y eso es muy bienvenido. ¿El presupuesto es tan justo que no lo permite? ¿Es un absurdo pensar en no cerrar quirófanos para reducir las esperas? Vuelvo a una idea previa: ¿Qué relación hay entre cierre de quirófanos, cierre de camas y aumento de lista de espera?

Cuadro de una publicación de la Fadsp sobre el cierre de camas en Galicia. No he buceado para confirmar los datos; lo pongo como ejemplo del vínculo cierre de camas-aumento de lista de espera quirúrgica: ¿se conoce bien?

Acabo. ¿Y el resto del año? Hay plantas, camas y servicios poco aprovechados a lo largo de los 12 meses. Si en verano nos da la fiebre,. ¿por qué no extenderla, bien gestionada, a todo el año? SNS y pacientes lo agradecerían.

1 comentario:

  1. Comentar desde la guardia, sin camas en UCI desde primera hora de la mañana, habiéndose abierto camas extras durante lo que va de julio... da un poco de idea del problema, quizá. No se contratan sustituciones (te vas un mes de vacaciones y en el siguiente haces el doble de guardias, 6, 7, 8 o las que sean). Y el problema es muchas veces de personal de enfermería que no se sustituye, porque su ratio enfermera:paciente es menos flexible (no se puede pasar de cuidar 8 pacientes a cuidar 16; no con igual calidad).
    La ocupación ideal de un hospital es del 85%. Menos camas es un suicidio, más camas un derroche. Pero el problema es que se ha recortado tanto que ya estamos al límite, muy por encima de lo deseable en ocupación, muy por encima de lo recomendado en cuanto a carga de trabajo, por lo que recortar sobre lo recortado agudiza el problema.
    Me temo que, como siempre, es falta de planificación y flexibilidad. ¿Por qué no pueden existir unidades "acordeón", que se abran en caso de necesidad y se cierran en épocas tranquilas? ¿Camas que se puedan convertir en unidades de críticos o al menos de intermedios? Porque no hay dinero para ese personal. Pero igual habría que pensar en recortar de otro lado, porque estamos poniendo realmente en peligro a los pacientes. No hay nada peor que trabajar sin camas. Los profesionales las pasan canutas y la atención que puedes ofrecer es subóptima. Y se siente mucha impotencia...
    Pero para conseguir esa flexibilidad hacen falta gestores que piensen a largo plazo, sin politiqueo, sin demagogia, sin cortoplacismo. ¿O son una especie extinta?

    ResponderEliminar