martes, 3 de febrero de 2015

¿Hasta dónde quieren/pueden/deben llegar los #hashtag sanitarios?

¿Hasta qué punto las redes sociales son una palanca para cambiar el sistema sanitario y la forma de actuar de sus profesionales? ¿Son una mera anécdota, un disparador, un movimiento underground, una llamada a la puerta de las instituciones...?

Esta semana, para un reportaje en @diariomédico que podéis leer aquí (mira que no soy muy amigo de aprovechar temas del curro para trasladarlas al blog), hablaba con responsables de cuatro iniciativas que agrupan y movilizan a sanitarios, cuatro hashtag destacados en los últimos meses: #NoSinEvidencia, #CambiaCongreso, #EnfermeriaVisible y #MedicosConValor. Hay muchos más, pero valgan estos cuatro para reflexionar.

Preguntas al aire que me han surgido: ¿A qué aspiran estos hashtag sanitarios? ¿Se puede decir que, aunque sea potencialmente, pueden cambiar el sistema? ¿Es ése su objetivo?¿Surgen con visión a medio plazo? ¿Deben aspirar a más? ¿Son un anzuelo en busca de mordedor? ¿Tiene cierta responsabilidad de exigirse por posibles expectativas generadas?

Lo que antes se hacía subido en una caja en la plaza del pueblo,
lleva años haciéndose en redes sociales. ¿Hasta dónde pueden o deben llegar los #hashtah?
Por cierto, imagen extraíoda del blog @esaludqqueremos de @javijdiaz

Se trata de movimientos de base. Si triunfan, lo harán de abajo a arriba, pero alguien puede preguntarse hasta dónde quieren llegar, cómo de 'arriba' quieren verse. Me explico. ¿Buscan que Ministerio de Sanidad, autonomías, colegios profesionales, sociedades científicas, sindicatos, asociaciones de pacientes, etc, lo acojan e impulsen? ¿Se conforman con generar agitación 2.0? ¿Tienen expectativas más allá del corto plazo?

El hashtag #NoSinEvidencia ha evolucionado. En un principio, atacaba las pseudociencias, con la homeopatía a la cabeza, y ahora es más global: sirve para determinar toda práctica clínica poco recomendable. Se está haciendo un hueco mayor y, quizá aun sin buscarlo, está en la línea de lo que persigue los agentes sanitarios, al menos en mensaje teórico: mejorar las actividades llevadas a cabo en el SNS y ceñirlas a la evidencia científica. La agitación en redes y los objetivos institucionales quizá coincidan, pero caminan por separado y entienden de forma distinta forma y fondo del proceso, como me explicó Vicente Baos @vbaos, uno de los tres promotores de la iniciativa, que deja caer cierto oportunismo al respecto.
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Azucena Santillán @ebevidencia, una de las portavoces del colectivo agrupado en #EnfermeríaVisible, me explicaba que, por el momento, prefieren mantener cierta independencia frente a instituciones y organizaciones, aunque no cerraba la puerta a caminar de su mano cuando el proyecto que buscan esté más consolidado. Mientras, algunas organizaciones e instituciones se han adherido voluntariamente a él. De nuevo, lo que se mueve en las redes sociales tiene cierto reflejo en lo que busca la administración: el Ministerio, tras años barruntándolo, celebrará este año uan conferencia enfermera, desatascará la receta enfermera y ha prometido dar más visibilidad a la profesión. Y, de nuevo, las vías oficiales no son plenamente compartidas por las iniciativas 2.0.
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Rafael de Pablo @rafaelignaciode, promotor de #MedicosConValor, tiene la idea contraria: contactar sí o sí con sociedades científicas, OMC, Foro de la Profesión, etc, para 'vender' su idea de impulsar y dignificar definitivamente la primaria y conseguir su apoyo e impulso institucional. Espera al menos ilusionar a sus colegas y movilizarles, pero, si no logra apoyos 'de arriba', estructurales y oficiales, dejará correr un asunto que, a diferencia de otras iniciativas, tiene una semilla personal, no colectiva. Los próximos meses definirán el futuro de #MedicosConValor, ya que los objetivos de su impulsor están claros y tienen fecha de caducidad: ha dejado claramente la pelota en las instituciones. ¿Responderán? ¿Deben hacerlo?

El ejemplo de #CambiaCongreso, de momento, ni persigue ascender a las alturas ni se niega a hacerlo. Más allá de los propias redes sociales, no ha buscado una defusión ad hoc en su objetivo de introducir nuevos conceptos y formas de entender un congreso científico. Su mensaje no ha calado aún en las sociedades científicas, y sólo la Semfyc se ha interesado por las recomendaciones surgidas en su seno. Por el momento, parece quedar más como brainstorming y foro de debate interno que como carta expresa a las autoridades, aunque Miguel Ángel Máñez @manyez, uno de los promotores e implicados,señala que está en ciernes una publicación al respecto que podría relanzar la iniciativa.
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Con estos ejemplos (igual que puede hacerse con muchos otros) se intuye el abanico de posibilidades que puede tener un movimiento creado e impulsado desde las redes sociales. Quedarse en ellas, surgir y expirar como si de un movimiento vanguardista se tratara, buscar cambios organizativos y estructurales a pequeña, mediana o gran escala, crecer y buscar socios en instituciones y/o Administración... Cada opción puede tener su valor, y todas pueden tener su sentido y aportar su granito de arena.

¿Qué le pides tú a un movimiento exitoso en redes sociales?


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