Este post no es concluyente, ni mucho menos. Pregunta, indaga, deja caer y busca la opinión de los que saben. Aspiro a responder las preguntas que lo titulan con la colaboración de quien lo lea y comente, de quien vive el día a día desde dentro.
El caso es que estos últimos días he seguido y comentado, vía twitter sobre todo, el #19CNH -Congreso Nacional de Hospitales-, la iniciativa #MédicosConValor (impulsada en plan Quijote por @rafaelignaciode), y los comentarios que provocaba el trámite del proyecto de real decreto de la llamada receta enfermera, algo en parte vinculado a #EnfermeriaVisible. Atención hospitalaria y atención primaria, médicos y enfermeras. ¿Eternas dicotomías aspirantes a darse (más y mejor) la mano? ¿Colegas bien avenidos? ¿Realidades separadas?
El primer nivel asistencial lleva décadas pidiendo más presupuesto, recursos y capacidad decisoria. Se dice que la atención hospitalaria ha vivido desde el siglo pasado en un SNS hospitalocentrista (toma palabro, por cierto) que ahora, con el tema de la cronicidad entre otras cosas (se dice, insisto), busca desligarse de una sanidad enfocada a agudos y acercarse más a la prevención y a la labor de los centros de salud. La enfermería siempre ha estado en un cierto segundo plano, como la farmacia (más 'se dice'), y busca ocupar un espacio mayor y más valorado. Cambios. ¿Crisis?
El caso es que, entre cientos de comentarios tuiteros, vi algunos (no muchos, no sabría decir si es algo representativo o muy minoritario) que podían interpretarse como un cierto recelo para con sus colegas de enfrente. Que si los de los hospitales tal, que si los de primaria cual, que si ya están dándose importancia, que si quién prescribe, que si cómo, que para qué cambiar, qué por qué no hacerlo, que cómo gestionamos esto, que si yo decido y tú confirmas, que si yo puedo y debo hacer lo que tú...
Se untuía cierta idea, no sé si intencionadamente, y quizá soterrada, de que la primaria es una cosa, con su espacio, derechos y responsabilidades, y el hospital otra, con las suyas. Y de que los médicos y los enfermeros ocupan espacios y tiempos separados. Quizá sea así, y el SNS tenga un problema (ya no en las alturas, sino bajando al barro del día a día), o quizá yo leo demasiado entre líneas y busco algo donde no lo hay (como 'buen' periodista...)
El mantra de acercar más ambos niveles asistenciales y ambas profesiones, lo de mejorar el circuito del paciente, ponerle en el centro del sistema, hacer que note menos el tránsito del centro de salud al hospital y la vuelta a AP, repensar su contacto con el médico y con la enfermera... ¿Hay cierto recelo entre profesionales? ¿Creen algunos que ciertas iniciativas de sus colegas amenazan su estatus o posición?
Cuento con vuestra opinión. Yo, desde mi posición, quizá tergiverse, invente, oiga campanas y no sepa dónde o busque tres pies al gato. O quizá acierte un poco...
PD: Acabo con otra pregunta. ¿Le estamos preguntando al paciente qué prefiere?
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