Mariano Rajoy estuvo acompañado deValentín Fuster, director del CNIC, y de una plana mayor de personalidades públicas vinculadas con la investigación sanitaria. Entre otros: Ana Mato, ministra de Sanidad; Pilar Farjas, secretaria general de Sanidad; Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+i; Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de Madrid; Antoni Andreu, director del Instituto de Salud Carlos III...
El otro ala protagonista del acto fue el sector privado, el que forma el patronato de la Fundación ProCNIC, representantes de grandes empresas que han decidido vincular su nombre (y su dinero) con la investigación biomédica, y que completan el modelo de colaboración público-privada del que el CNIC y el Gobierno se muestran orgullosos. En el pie de foto que sigue tienes todos los nombres, incluidos los de los empresarios.
Espero que hayas sobrevivido el pie de foto. Sigo. De aquí en adelante, más cada año, y partiendo de que ya existe vinculación, la ciencia y la investigación biomédicas y sanitarias (no en particular: igual que otros ámbitos) dependerán muy mucho de la aportación del sector privado. A mí esto, per se, directamente y bien gestionado y evaluado, no me parece mal. Pero sí me fastidia indirectamente, porque significa que el sector público, la Administración del Estado, el que tú y yo ayudamos a pagar, no va a aumentar su apoyo económico a la ciencia y la I+D+i.
Para muestra de cómo está la situación, un botón. Uno de los titulares que dio Rajoy en su charla en el CNIC: La apuesta por la ciencia será clara una vez se estabilice la economía, y será pronto. De nuevo, palabras que esperan (desde hace myuchos años) hechos. Deja entrever lo que es imposible negar: aún no se ha apostado realmente por ello
Por ver el vaso medio lleno, los últimos Presupuestos Generales del Estado han aumentado los fondos para la I+D+i un 1,3 por ciento, en comparación con 2013, pero también se puede ver medio vacío. La Confederación de Sociedades Científicas Españolas (Cosce) cree que la aportación pública en ciencia e investigación se sitúa a niveles de 2002, y recuerda que, tras subir fuertemente hasta 2010, el número de investigadores en los OPI y universidades ha caído un 3-4 por ciento en los últimos años. Son sólo dos ejemplos: la realidad cuenta sobre este siglo XXI que, cuando se podía, no se confió en la I+D+i, y cuando llegaron las vacas flacas, tampocó se tiró de ella para aprovechar la criis y cambiar de modelo. Así nos va.
Evolución del gasto público en I+D+i, según datos del INE, entre 2002 y 2011. Entre 2011 y 2014 continuó la caída |
Todo esto ya se sabe. Pero el acto del otro día en el CNIC fue una buena una metáfora de la situación. Al Gobierno le conviene, y bienvenido sea si la ciencia saca tajada de ello, estar codo con codo con las empresas líderes de todos los sectores. Vale. Pero ojalá Mariano Rajoy visitara de vez en cuando, y a menudo, el CSIC, el CNIO, el CRG, el CNB, el Cabimer, las universidades, los parques científicos... Hay motivos para hacerlo. Y también para fomentarlo. No logro confirmarlo del todo, pero podría ser la primera visita de Rajoy en sus dos años de Gobierno a un centro de investigación.
La visita al CNIC, muy mediática además, se produjo porque allí también estaban, entre otros empresarios, Botín, Polanco, Entrecanales... Dudo, y ojalá me equivoque, que se hubiera dado sin la presencia del Santander, el BBVA, Repsol, Telefónica, Endesa, Inditex...
Rajoy, Mato, Vela, Botín... hace unos días en el CNIC. La foto es mía; iba a meterme en medio del círculo a preguntarles, pero me dio cosa... |
No quiero ser demagogo ni torticero. No soy un fan acérrimo del dinero privado destinado a financiar lo que la pública debería y no puede/no quiere pagar, pero asumo que está en todas partes para quedarse y que, con el modelo actual, es necesario para que la ciencia y la investigación sobrevivan y, con suerte, crezcan (recuerdo un tema que escribí: Dinero privado en I+D+i, una obligación aún dispersa).
Sé, además, que es el modelo que siguen la mayoría de países europeos. Y me alegra que tanto dinero tenga como destino la ciencia, pero no tanto si es a costa de que la pública recule y siga pensando en cosas como el ladrillo. La mentalidad sólo cambiará si la Administración confía de una vez en la investigación. Ahora me viene a la cabeza este otro tema que hice: La investigación y la rentabilidad: galones para el ámbito empresarial.
Un dato para acabar: España destina hoy día menos del 1,5 por ciento del PIB a la I+D+i. Más o menos, la mitad lo aporta la pública y la mitad la privada. Desde hace muchos años, el objetivo escrito sobre el papel, e incluso reclamado por la UE, era llegar al 3 por ciento. Hace un tiempo que España decidió que era tan inalcanzable, que lo rebajo al 2 por ciento. Pero ni por esas llegamos. Lo último es fijar la vista en 2020, y prometer que ese año se habrá alcanzado ese 2 por ciento.
Para hacerlo, en 6 años hay que crecer 6 décimas (una por año, por ejemplo). Eso sí, el Gobierno, por medio de los Ministerios de Economía y Hacienda, y a través de la secretaría de Estado de I+D+i, ya ha anunciado que el presupuesto público no crecerá apenas de aquí a 2020, y qUE el privado tendrá que duplicarse, pasando del 0,6 al 1,4.
Una última reflexión. Confiamos en que el dinero privado incierta el doble en ciencia e investigación, y quizá es mucho confiar. Lo hará si puede, en primer lugar, y si le interesa, en segundo, Como es lógico. Fiarlo casi todo a que las empresas saquen las catañas del fuego tiene sus riesgos... Lo iremos viendo en los próximos años.
Es una forma de verlo... hay que ver con humor casi todo en esta vida |
PD: No puedo dejar de citar, hablando de ciencia e investigación, el premio que la Cosce le ha dado este mes a uno de los padres de la política científica en España, Emilio Muñoz. Ésta es una de las varias entrevistas que le he hecho en la última década. Siempre he aprendido de lo que me contaba. Sin duda, si hiciera un top-3 de mis entrevistados, Emilio estaría. Un grande.
Hasta la próxima...
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