¡Seguimos con el máster! Vamos con un poco de comunicación y divulgación.
Asignatura: Introducción a la comunicación científica
Tarea 6.1. Análisis plataformas online
Antes de analizar tres plataformas de divulgación científica, me permito un pequeño comentario: llevamos años borrando fronteras y límites entre los términos de información, comunicación, periodismo y divulgación, algo que no tiene por qué ser malo, pero que no se está gestionando del todo bien. No todo es lo mismo, y no todo puede o debe hacerse pasar por sinónimo. Son términos complementarios, que a veces se solapan, pero que tienen componentes propios.
Un pequeño aviso. Huelga decir que, como las últimas entradas, esto es sólo un ejercicio parte de un programa formativo. Cuando opino, lo hago de forma muy personal y, además, sin ser siempre experto. Puedo estar equivocado, por supuesto, y hacer reflexiones no del todo acertadas.
Quizá la plataforma de divulgación científica más conocida
de España. No sé si está dirigida a toda la sociedad, ya que sus contenidos
tienen cierto carácter técnico, de modo que su público son mayoritariamente científicos
y personas ya interesadas en la ciencia. La parte más cercana a la divulgación
social es la de sus eventos, y aun así tiene cierto carácter técnico, pero son más asequibles para el ciudadano de a pie que su propia web.
Naukas está a punto de cumplir 10 años y una de sus caras es
su página web. Tiene una estructura bastante sencilla, que facilita la
navegación, centrada en la difusión de los artículos y blogs de sus editores y
colaboradores. Por un lado, los artículos nuevos están visibles en orden
cronológico. Por otro, es posible acceder a los artículos más leídos, y a los
artículos por categoría. Esta última posibilidad se desarrolla de forma algo
compleja y confusa, ya que hay múltiples etiquetas en las que se mezclan
autores, eventos, ámbitos científicos y palabras clave.
Los blogs, uno de los santos y seña de Naukas, están
diferenciados, accesibles de un solo vistazo, y reunidos en un mismo espacio. Como
buen espacio de divulgación, tiene una apartado de contacto con el público, que
abre la puerta a la colaboración de los lectores si son profesionales en la
materia y cumplen ciertos requisitos. Cabe destacar que Naukas, y así lo dice
en su web, no admite meros artículos de opinión, sino análisis y divulgación
científica con cierta base. Deja bien claro que no hace periodismo ni mera comunicación, sino divulgación científica.
La calidad de sus contenidos es muy alta, debido a sus
editores y a la red de colaboradores. Además, los contenidos tienen bastante
actualidad, ya que tanto los artículos como los blogs suelen tener un gancho
relacionado con algún suceso o investigación reciente, o al menos sobre algún
tema mediático en el mundo de la ciencia. Según los autores, los contenidos y
la forma de divulgarlos tienen diferentes niveles de complejidad.
Naukas ha conseguido generar una comunidad, adeptos, señas de identidad y sentimiento de pertenencia. Estoy, absolutamente positivo, puede tener otra lectura: para algunas personas de la comunidad científica, puede parecer un 'club' algo delimitado, pese a que sigue creciendo y tiende a expandirse con política de puertas abiertas.
He elegido The conversation porque sus fronteras
están algo menos definidas que en el caso de Naukas. The conversation juega con
la comunicación y la divulgación, pero tendiendo puentes con el periodismo
científico. De hecho, su lema es ‘rigor académico, oficio periodístico’. Me
parece un paradigma de la difuminación de fronteras, o al menos de mezcla, que está ganando
protagonismo en los últimos años.
Todos los artículos, como sucede en Naukas, están escritos
por la comunidad investigadora. Pero, mientras Naukas opta por un perfil más
puro de científicos divulgadores, en The Conversation hay contenidos desarrollados
por perfiles más académicos, con colaboraciones más puntuales.
Tiene un ámbito más abierto que el de Naukas, con secciones sobre cultura,
educación, tecnología… Naukas tiene cierto punto mediático del que The
Conversation carece. Son diferentes, sin duda.
Con licencia creative commons (como la Agencia Sinc, pensada
sólo para medios de comunicación y periodistas), The Conversation busca alojar
sus contenidos en medios de comunicación sin necesidad de que los periodistas
los reescriban. En cierto modo, es ciencia hecha divulgación pensada para el
periodismo, quizá sin serlo propiamente. Una suerte de divulgación hecha por
científicos y regida por un enfoque periodístico.
Se trata de una plataforma con una web bastante accesible, con un
formato muy parecido al de las web de los medios de comunicación, lo que
contribuye a su intención de acercarse a los medios y el periodismo. También se
acerca al concepto de ciencia ciudadana, aunque de manera algo unilateral, al
ofrecer la posibilidad de que los lectores sugieran temas que tratar, y al
abrir la puerta a la participación de nuevas firmas. Su propio nombre da a
entender que persigue fomentar el diálogo profesional o social en torno a la
ciencia (y a otros ámbitos académicos). Pese a ello, le sucede algo parecido a Naukas: el público al que llega -creo- debe tener cierto nivel educativo y cultural, y un interés ya desarrollado por la ciencia.
Se organiza incluyendo los artículos de forma cronológica,
permitiendo al lector cribar por secciones o ámbitos académicos, e incluyendo
una sección (igual que muchos medios) de ‘lo más leído’.
La calidad de los contenidos está garantizada por el estatus
de los colaboradores, y por el filtro que los editores tienen con los artículos
que se publican. Creo que su objetivo se cumple más al incluir la divulgación
en el periodismo y los medios de comunicación (sin hacer periodismo), y que la
relación con la sociedad aún no está plenamente lograda, quizá por el propio
estilo académico que impregna a The Conversation. Si va dirigido a la sociedad,
es a una sociedad formada y con cierto nivel e interés cultural y científico.
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