martes, 14 de mayo de 2019

Congresos médicos y 'humos' industriales: ¿hay grises entre el blanco y el negro?


Hace unos días se ha celebrado un congreso médico, el de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), que ha tratado de rebajar considerablemente la implicación de la industria farmacéutica en cuestión de ayudas económicas y patrocinios en la organización y desarrollo del congreso. Más allá del contenido científico de la cita, ha tenido bastante repercusión su idea de llevar a cabo un congreso "sin humos industriales", y se ha generado bastante debate entre quienes aplauden la iniciativa, quienes dudan de ella, quienes creen que la industria sigue bien presente, quienes lo ven como modelo de futuro, quienes aducen un brindis al sol…

Imagen del último congreso de la Semfyc.
Foto publicada por la Semfyc en su cuenta oficial de Twitter.

Creo que poca gente estaría en desacuerdo con un modelo de formación independiente de la industria (salvo la propia industria, quizá). El caso es si es viable generalizarlo después de décadas de poco menos que institucionalizarlo. Ejemplos como el de Semfyc, que minimizan el patrocinio de la industria, son viables. No son los primeros en hacerlo, aunque anteriores experiencias pertenecían a sociedades y colectivos de tamaño más reducido y manejable. En esta entrada -de 2015- de No Gracias se habla de algunas experiencias de congresos médicos sin financiación de la industria, una iniciativa en la que Osatzen fue una de las sociedades pioneras allá por 2013, tal y como reseñó en su día Eldiario.es. La iniciativa La Cabecera también sabe lo que es tratar de prescindir de la industria en los congresos científicos. Al respecto, uno de los post más recientes sobre este tema se publicó hace sólo unos días en el blog Hablando de geriatría

Que la formación continuada de los profesionales sanitarios está en manos de la industria es bien sabido. Mucha gente está de acuerdo en que no es el modelo ideal, pero es un sistema consolidado y que buena parte del sector da por bueno. Se trata de una relación tan necesaria como compleja. No está de más echar un ojo a cómo la industria trata de hacer más transparente y apropiada su relación con los médicos: el código de autorregulación de la patronal de laboratorios Farmaindustria dedica bastante tiempo y espacio a ello.



Vídeo grabado en la clausura del congreso de la Semfyc.

Créditos: Semfyc y Fernando Fabiani


Volviendo al congreso de la Semfyc, este primer paso dado por la sociedad no ha tenido por lo general mala acogida, incluso ha sido bienvenido en muchos casos. El debate está en lo teórico, si la ayuda de la industria contamina la formación, y en lo directamente económico: ¿es viable asistir a este tipo de congresos sin financiación de la industria? Ninguno de los dos tiene una respuesta cerrada. Al respecto, me ha gustado este hilo en Twitter del internista Miguel Marcos, que busca los grises, que suelen ser mejores que los blancos y los negros.

Hay quien considera que se puede acudir a un congreso, invitado por la industria, y debatir y recibir formación sin que esto ponga en duda la independencia como profesional sanitario. Por otro lado, hay quien considera que aceptar ayudas económicas de la industria sesga el futuro ideario y comportamiento profesional. Ambas posturas son defendibles y, en parte, dependen del propio profesional y del uso que haga de los recursos que se le proponen. Hay estudios, como éste publicado en Gaceta Sanitaria tras encuesta a colectivos MIR, que sugieren que la relación con la industria influye en la prescripción. Éste otro estudio, publicado en Atención Primaria, es otra de las referencias para quienes defienden que la influencia de la industria modula la formación de los futuros médicos. Gracias a Javier Padilla por recordarme estas referencias ;)

Mi opinión particular es que no es inviable una formación patrocinada por la industria que no revierta en una formación médica perversa. Puede hacerse y, de hecho, se hace. Que no sea lo ideal no quiere decir que no se pueda hacer bien. Lo he vivido como periodista (ver párrafo final del post) y creo haberme librado de la influencia. Dicho esto, creo que es mejor una formación independiente ofrecida por la sanidad pública, los colegios, las sociedades... También ahí habría intereses, pero ésa es ya otra historia...


¿Se lo pueden permitir los residentes?




En cuanto al dinero, las inscripciones al último congreso de la Semfyc (los hay más baratos y más caros) rondaron entre los 300 y los 800 euros, dependiendo de la fecha de inscripción y de si se es socio o residente. Para muchos es un desembolso importante, quizá inasumible para el propio bolsillo, al que hay que sumar otros tantos gastos de desplazamiento y alojamiento. Muchos de los que participaron en diversas conversaciones de Twitter señalaron que, pagado de su propio bolsillo y buscando las opciones más económicos, costearon el congreso, el viaje y el alojamiento por unos 500-600 euros. Cada uno dirá qué le parece, si es viable y si merece la pena. 

No son pocos los profesionales que han hecho el esfuerzo de ir al congreso al considerar un aliciente una mayor independencia de la industria. Otros muchos creen que estas iniciativas llegan tarde, se quedan en la superficie o directamente son prescindibles. Hay de todo, como en botica, pero el debate ha vuelto a abrirse y es posible que Semfyc abra un melón hasta ahora poco explorado...

Llevando el debate más allá, el giro que ha intentado dar Semfyc avanza hacia otra forma de organizar los congresos médicos, aunque queda mucho para el desarrollo de otro tipo de congresos científicos. Recupero esta entrada de hace ya cinco años de Juan José Gómez en el que explica en qué consiste la iniciativa #CambiaCongreso, nacida hace ya varios años para debatir el presente y futuro de los congresos médicos, su estructura, sus contenidos, sus formatos... Una de las máximas es el 'patrocinio responsable'. ¿Caminamos hacia ello?

Representación de la iniciativa #CambioCongreso, que plasmó hace unos años la agencia PlannerMedia
tras diversos debates profesionales. El patrocinio responsable, entre las propuestas.

Oiga, ¿y los medios de comunicación?

Lo de los congresos médicos con o sin patrocinio e invitaciones de la industria me lleva a hablar de un debate paralelo que los periodistas solemos tener. ¿Sabéis que los medios de comunicación van a informar a los congresos médicos invitados por laboratorios farmacéuticos? Así es en casi la totalidad de casos. Está normalizado, aunque sigue siendo criticado. ¿Son los medios de comunicación independientes al informar sobre salud, sanidad y medicina cuando les paga una compañía farmacéutica implicada directamente en esa cobertura informativa? Yo siempre ha dicho que es posible, aunque admito que el proceso es perverso. 

Una de las claves es la transparencia, que no suele cumplirse. Lo propuso Materia hace ya tiempo y es un buen ejemplo: si un laboratorio te paga el viaje y el alojamiento a un congreso médico, cuéntalo en la noticia que escribas. Di qué compañía te paga y, si informas sobre ella, explica claramente que te ha financiado, aunque trates de mantener la independencia y neutralidad en la noticia. Con la verdad por delante, este modelo sigue sin ser el ideal, pero es un poco menos perverso. Igual que en el caso de los profesionales sanitarios. ¿Ideal? No ¿Mejorable? Sí. ¿Posible? También.

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