viernes, 21 de febrero de 2020

Aprendiendo sobre comunicación científica (38): realismo científico

Nuevo post sobre filosofía de la ciencia para el Máster de Cultura Científica. En esta ocasión toca hablar en torno al realismo científico. Para quien quiera saber de qué va esta corriente de pensamiento, la Sociedad Española de Filosofía Analítica hace un resumen en este texto.

Nota previa: en esta tarea sólo trato de defender una postura elegida, que más o menos responde a mi manera de pensar; no creo defender la verdadera o la falsa, sólo elegir una para desarrollar el ejercicio. Defender una u otra filosofía de la ciencia con razones válidas requeriria de más tiempo y formación (años) de los que tengo ahora.


1.- La primera de las tareas elegida pide analizar cuáles son los fines o metas de la ciencia, y argumentar si estos objetivos requieren o defender posiciones realistas.


No siempre vemos lo que miramos, pero es no quiere decir que no esté ahí.


Creo que el fin de la ciencia es tratar de explicar el mundo, definirlo tal y como es y se nos presenta, de la manera más objetiva y verídica posible, estableciendo guías teóricas modificables para comprenderlo y poder estudiarlo mejor. El realismo tiene su mejor argumento en su explicación más básica: el mundo existe independientemente del hombre y de cómo éste lo vea o descifre. Aunque a veces la ciencia extrapole datos, hipótesis o explicaciones para interpretar el mundo y predecir su funcionamiento, siempre se refiere a un mundo real, existente.

El ejemplo de los fenómenos invisibles a primera vista es bueno: micropartículas o ondas gravitacionales. Aunque plasmemos su existencia en estructuras acordes con nuestra manera de interpretar el mundo, que puedan no responder exactamente a una realidad 'invisible', ambos fenómenos existen realmente, porque la ciencia nos ha dado suficientes pruebas de que así es. Las teorías nuevas, que sustituyen a las anteriores, no cambian el mundo, como sugería Kuhn, sino que mejoran nuestra manera de verlo, analizarlo e interpretarlo. El sol siempre fue el centro del Sistema Solar, y no la Tierra, por mucho que durante mucho tiempo se creyera lo contrario. En ambos casos, creyendo una cosa u otra (o incluso una tercera que pudiéramos descubrir), el mundo es como es: cambia nuestra manera de poder verlo.

Si asumiéramos la ciencia como mero modelo para explicar un mundo que no existe como tal y que sólo existe según nuestro pensamiento, y si las teorías sólo valen para "salvar los fenómenos" y adaptarlos a nuestro marco conceptual, creo que la propia ciencia se estaría haciendo trampas al solitario. Perdería su objetivo universal y sólo valdría para ir apoyando las corrientes de pensamiento que se den en cada época de nuestra existencia. Los seres vivos siempre han estado conformados por 'genes' (es el nombre que le hemos puesto al concepto), así que en este sentido el mundo era igual en el siglo XV que en el XXI. Que la representación que hagamos de los genes, los electrones o las ondas gravitaciones no responda exactamente a la realidad no quiere decir que como concepto no existan.

Sí estoy de acurdo en introducir en el realismo científico cierto grado de constructivismo. Por mucho que busque la 'verdad', el ser humano es un ser social y no puede liberarse de esa característica. En este sentido, sucede igual que con las discusiones sobre la objetividad en el periodismo: por una explicación inherente a las propias características del ser humano, nunca podremos hacer un periodismo 100% objetivo, así como la ciencia nunca podrá ser 100% realista (por mucho que el mundo exista como tal).

Igualmente, veo interesante la introducción, junto a ciertas dosis de constructivismo social, de unos toques de pragmatismo científico: no hay que anclarse en la realidad de las entidades científicas, sino acercarse a las consecuencias prácticas del funcionamiento del mundo y de la ciencia.



2.- La segunda de las tareas elegidas pide responder a esta pregunta: ¿Por qué el realismo que los objetos de investigación científica sean independientes de las mentes?

¿Vemos lo que hay?


Para responder, parto de la última reflexión de la primera tarea expuesta en este post. El ser humano no se puede liberar de su pensamiento, que es lo que le permite ver, conocer, traducir e interpretar el mundo. Asumiendo cierto grado de constructivismo y pragmatismo, el realismo acierta al ver un solo mundo que, aunque cambie y evolucione, no es diferente en sí mismo cuando cambian nuestras explicaciones sobre él.

Dando la vuelta a la tortilla, si el pensamiento voluble del ser humano rigiera cómo es el mundo, éste sería falso en numerosas ocasiones (Comprendo que esta reflexión mezcla una base realista con el punto de vista de los empiristas, instrumentalistas y constructivistas puros). Dicho de otro modo, si el realismo no defendiera que el mundo es igual independientemente de cómo lo pensemos, se convertiría en su opuesto, en puro empirismo.

Un matiz en esta reflexión. Creo que el realismo puede llevarse bien, o al menos convivir, con el argumento que más se utiliza para negarlo: la meta-inducción pesimista. La ciencia, y una comprensión flexible del realismo científico, deben asumir que las teorías pueden ser provisionales, y que algunas de las teorías actuales -quizá las más nuevas- podrías ser falsas. Asumir esto no va en contra de pensar que el mundo existe en sí, sólo supone considerar que no siempre somos capaces de ver el mundo tal y como es.

En definitiva, creo que el realismo científico es razonable si se comprende no como verdad al 100%, sino como una suerte de verdad hipotética, sujeta a la flexibilidad que la propia ciencia debe tener para irse reconvirtiendo según avanza y gana conocimientos.

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