viernes, 14 de febrero de 2020

Aprendiendo sobre comunicación científica (36): introducción a la filosofía, Popper, Kuhn y comunidad científica

Seguimos con mi particular reto, por desconocimiento casi absoluto: la asignatura de Introducción a la Filosofía de la ciencia. Para esta segunda tarea (en la primera hablé sobre falsacionismo y sobre protagonistas femeninas del Círculo de Viena), entre todas las opciones para elegir, me quedo con un análisis sobre la percepción de Kuhn de ciencia basada en paradigmas temporales, enfrentada a las teorías de Popper, y con un comentario sobre su forma de entender el liderazgo epistemiológico de la comunidad científica.



Clase 4, opción 1. Popper VS Kuhn: sobre la ciencia normal, los paradigmas y los dogmas


La denominada ciencia normal de Kuhn supone cierta ruptura con formas previas de entender la ciencia, como el falsacionismo de Popper. Kuhn considera que la ciencia depende de su entorno y de su época, y que, además, precisa de cierto marco de actuación predeterminado que la encauce y la permita desarrollarse. Los llamados paradigmas del modelo de ciencia de Kuhn se sustentan en, como señala Chalmers en su texto, en el conocimiento 'tácito' del científico normal.

Estas tesis acercaron a Kuhn al relativismo, aunque él no estuviera de acuerdo con esa etiqueta. Trató de explicar que su ciencia normal, sus crisis, problemas y revoluciones, no se enmarcaban en una tesis relativista, pero cabe pensar que sus paradigmas se relacionan con un entorno y una mentalidad que modula la ciencia temporalmente, una relación ciertamente aplicable al relativismo.

Dibujo de Popper (izquierda) y Kuhn (derecha).
Créditos: Artículo en Investigación y Ciencia.
Popper considera que este marco que Kuhn aplica a la ciencia la constriñe, al considerar que los científicos no podrán aplicar hipótesis o teorías que se salgan del paradigma establecido. Kuhn dibuja una escapatoria al crítica de Popper en forma de problemas que, bajo circunstancias extremas, conducen a una revolución científica que sí permite el avance científico, señalando además que la resolución de problemas dentro del paradigma también supone un desarrollo de la ciencia.

Chalmers considera que la filosofía de Kuhn encierra dos corrientes poco compatibles entre sí, una relativista y otra no relativista. Para no navegar entre dos aguas, cabe alejarse del relativismo, asumiendo que los cambios revolucionarios de paradigma justifican un correcto desarrollo de la ciencia, o  adaptar el relativismo a los principios de Kuhn, desarrollando una vía sociológica más allá de lo que éste postuló.

La objeción de Popper podría sortearse si se asume lo antes dicho, que la solución de problemas en la ciencia normal de Kuhn, pese a no cambiar paradigmas, hace evolucionar la ciencia. No parece sencillo reunir ambas formas de ver la ciencia, o llegar a un gris intermedio que convenza a ambos filósofos. Popper no aceptaría un marco tácito y aceptado por la comunidad científica en el que basar toda la ciencia, y Kuhn no entendería ésta sin esos paradigmas que, a su juicio, organizan la ciencia y la hacen más apropiada y legítima. Este concepto, legitimidad, parece clave: la ciencia de Popper deslegitima la de Kuhn, y viceversa. Una de las claves es una pregunta que ronda a esta tribuna que publicó El País hace ya casi 20 años: ¿Hasta qué punto es la ciencia una construcción social?



Clase 4, opción 4. Comunidad científica como autoridad epistémica


Creo que este análisis entronca en cierto modo con el anterior. Asumir la ciencia normal de Kuhn y los paradigmas que la sustentan y acotan conduce a la definición de una comunidad científica afín a estos principios que actúa como reguladora de la propia ciencia. En principio, no es extraño pensar que la autorregulación de una actividad (la ciencia) por parte de quienes más lo conocen y la desarrollan, pueda ser una base apropiada para avanzar. Pero también cabe preguntarse si esto no puede derivar en una ciencia dogmática sólo conducida por los intereses de quienes la sustentan.

Por ejemplo, llevar al extremo el concepto de comunidad científica podría complicar el crecimiento y consolidación de una de las tendencias más buscadas en lo que va de siglo, el desarrollo de una ciencia ciudadana. Incluso podría poner en duda algunos postulados de la ciencia abierta, otra de las vías más valoradas de los últimos años. Por ejemplo, ¿cómo encajarían Popper y Kuhn (y Snow y Brockman, también...) en en su filosofía iniciativas como Ciencia en el Parlamento?

Imagen: Shutterstock.
Por otro lado, el concepto de ciencia normal acotada por paradigmas sociotemporales podría llegar a chocar con el de comunidad científica como autoridad epistémica: la interpretación más relativista de Kuhn lleva a una ciencia modelada no sólo por los principios de la propia comunidad científica, sino por el momento histórico, la ideología social y otros factores no puramente científicos. Así, actores como políticos, economistas, sociólogos y filósofos, entre otros, merecerían cierta voz y voto en la conducción de la ciencia. De no ser así, alguien podría preguntarse si una comunidad científica en exceso celosa y autoritaria podría conducir al cientificismo, una ciencia en exceso derivada de llevar a los extremos el empirismo y el positivismo.

Entiendo que la manera de garantizar que una ciencia regida por la comunidad científica se desarrolle de manera justa y efectiva es dotarla de un contenido ético y legislativo. Alguien tiene que controlar a quien controla, o al menos poder modular su control. Por ello, la participación de agentes externos a la comunidad científica, aun asumiendo que ésta es la más preparada y apropiada para liderar la ciencia, sería beneficiosa.

¿Deben los diferentes riesgos y estrategias -los cita Chalmers al analizar a Kuhn para hablar de los paradigmas como algo abierto a diversos enfoques- abrirse a decisiones de fuera de la comunidad científica? Cabría preguntarse si la entrada de estos agentes externos a la comunidad científica podrían, o no, poner en duda el paradigma del que se vale la comunidad científica para 'ordenar' la ciencia.

Comparto con Kuhn que la ciencia precisa de cierto orden y de marcos (flexibles y transformables) que la orienten, pero creo que no es fácil poner puertas al campo en ciencia. Ahí la ética científica tiene mucho que decir, y en estas lecturas no he visto mucho asomo de este concepto en relación con las filosofías de Popper, Kuhn y compañía. Sin ética, la ciencia puede avanzar, pero también perderse.

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