Saludos después de demasiado tiempo sin escribir por estos lares. Una luxación de hombro, la consiguiente baja laboral y líos varios me han impedido escribir todo lo que habría querido... Llevo semanas para hacer una entrada y por fin he encontrado el gancho que me ha animado. Twitter ha sido fiel reflejo de una realidad que empieza a tomar forma.
Hay un par de conceptos que en los últimos días se relacionan
mucho, y no tengo claro si está justificado o no: gestión clínica y privatización. Empiezan a citarse uno detrás de otro, como nombre y
apellido, como si su unión fuera un silogismo. Yo creo que ni lo es ni debe serlo, aunque comprendo que muchos duden o teman al respecto y se amparen en excesivos intereses creados. Veo la gestión clínica como una buena idea, aún por desarrollar, pero de buen fondo, a priori. La privatización no es de mi agrado, sobre todo si hay alternativa pública, que la suele
haber. Pero no me quiero liar con el debate público-privado.
La transparencia debe ser fundamental en el proceso de gestión clínica (imagen extraído del blog de Julio Zarco). |
Hace unos días se hizo público que el Ministerio de Sanidad ha
elegido a una empresa de Manuel Lamela para estudiar cómo podría funcionar
la gestión clínica en el Hospital de Melilla. Desde entonces he visto en demasiadas ocasiones
usar gestión clínica y privatización casi como sinónimos. Hasta el Ministerio ha negado que sean esas sus intenciones. Creo que, al partir con seguridad de este vínculo,
confundimos churras con merinas (cada vez más, así en general).
Me
explico: ¿No quiere la gran mayoría del sector sanitario más gestión clínica
por parte del profesional? ¿Sí, verdad? Lo ha pedido la OMC, sociedades científicas, sanitarios
de a pie, partidos políticos...Quizá dé miedo es que varios médicos se constituyan en una empresa, con lo que ello supone. ¿Vemos mejor una empresa privada ajena al sector que una fundada y gestionada por médicos? Es sólo una de las preguntas que me hago.
En el caso Lamela-Melilla entendí la
reacción de muchos agentes sanitarios al temer una privatización, ya que el
exconsejero ya ha trabajado en ese sentido y, además, no ayuda el hecho de que esté
imputado por la justicia. No es difícil pensar en la famosa puerta giratoria.
Dicho sea de paso, no habrá mil empresas más a las que adjudicar un estudio que
a la de alguien imputado... Pero, en fin, tampoco quiero ir por ahí.
El caso
es que, desde que surgió esa noticia, se ha exacerbado algo que ya había
escuchado por ahí, no sólo por twitter: que promocionar la gestión clínica es
un primer paso para privatizar. No digo que no vaya a ser así, porque, tal
y cómo estamos, fiate de la virgen y no corras, pero...¿Por qué asumirlo a
priori? Son conceptos diferentes y, además, no tienen nada que ver, per
se, uno con otro.
Hablando el otro día con unos colegas del gremio, pensaba ayer que lo anunciado
por Madrid para su atención primaria puede tener algo que ver con este vínculo
creado: la dupla González-Lasquetty dice que quiere dar la gestión de
algunos centros de salud a profesionales, que podrían constituirse en
empresas para gestionar su centro de salud. Así lo hacen ya las EBA en Cataluña, y un modelo parecido ha arrancado en Galicia, aunque en este caso se ha especificado que la gestión no puede derivar en empresas con personalidad jurífica propia.
Madrid ha ido más allá y ha dicho que, si los sanitarios no están dispuestos a
dar el paso, serán empresas privadas las que se encarguen de esa gestión
clínica en primaria. Por ahí viene el debate y, probablemente, el lío. Ojalá los médicos quieran, puedan y les dejen. No es Madrid el mejor ejemplo de feeling entre Administración y personal sanitario.
Madrid es sólo un
ejemplo, y ojalá no tomemos la parte por el todo: no liguemos
así de fácil, a la de tres, gestión clínica con privatización, y no dejemos ambos conceptos
juntos grabados a fuego, porque flaco favor le haremos a una reivindicación de
casi todos los médicos: gestionar más de lo que gestionan ahora. Si los
malpensados aciertan (que no es raro, lo admito, en el SNS actual), y se generaliza que la gestión clínica se
convierte en privatización, seré el primero en quejarme bien alto y en reconocer a mucha gente como visionaria.
Quizá
estemos poniendo la venda antes que la herida, posiblemente alentados porque,
últimamente, en sanidad no se escucha mucho al profesional y el político tiende
a actuar por otros motivos. Pero eso es otro debate...¿o es el mismo?
El que habla es un profesional sanitario. Según denuncian muchas sociedades científicas y profesionales de a pie, así les reciben los políticos. Unos hablan de diálogo, otros de oídos sordos. |
PD: Gracias a @jarreth47 por su ayuda en esta entrada. Lo que sabe de estas cosas...
Probablemente el problema es la ruptura de la confianza entre profesionales y gestores. ¿Cómo confiar en que quieren gestión clínica de verdad cuando no se escucha a los médicos? (No será que no han tenido oprotunidades este año...) ¿Como confiar en la transparencia del modelo cuando hay tanta puerta giratoria en la administración sanitaria? Las unidades de gestión clínica pueden ser estupendas sobre el papel, pero también lo eran las empresas públicas y mira dónde estamos...
ResponderEliminarLa sanidad necesita otra cosa antes de lanzarse a la gestión clínica: si quieren que el médico recupere el protagonismo en la gestión (ojalá quisieran), que empiecen por dar alguna muestra de ello. Los médicos necesitamos una garantía de que esto no es otra encerrona como las que venimos sufriendo, porque ya estamos escaldados. Y en ese sentido, la figura de la unidad de gestión clínica es fácilmente adulterable... y "privatizable". Ojalá me equivoque.
Jose, buen artículo, pero me despitas demasiado citando todos los caminos por los que no quieres ir.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario de curaraveces. Entiendo que la gestión clínica no es una petición de la base de la profesión, más bien reticente. Te recomiendo este debate de Linkedin que reflexiona sobre los escasos avances en este terreno: http://www.linkedin.com/groups/qu%C3%A9-os-parece-que-se-2589299.S.5810646839858335745?qid=09af59d5-e97f-4d37-ba8e-5784ff0ab43a&trk=groups_most_recent-0-b-cmr&goback=%2Egmr_2589299
No creo que sea una reticencia "a priori" sin más, sino porque los médicos temen que la obsesión no sea medir resultados de salud sino ahorros económicos, y de ahí el sambenito, porque ese sí es un debate que entronca con la privatización. Tú mismo recoges ejemplos en que los políticos apuntan a gestionar como empresas, a través de empresas, con criterios empresariales... como parte de la gestión clínica o sinónimo de ella. Se puede sospechar entonces, con razón, que los políticos dicen "gestión clínica" cuando en realidad quieren decir otra cosa.
Gracias por la crítica a ambos, Alain y Curaraveces. He escrito un post más idealista que realista, la verdad, un "me gustaría que fuera" más que un "es así". En todo caso, quizá superar las reticencias está también, en parte, en la mano de los profesionales. Si los sanitarios lanzaran este mensaje de no vincular ambos términos, aunque siguieran recelando, algo se habría conseguido ;) Saludos a ambos
EliminarJosé Antonio,
ResponderEliminarEl origen de la gestión clínica, tan citada como no practicada, significó aumentar el protagonismo de los profesionales clínicos en la asistencia en los sistemas de salud. El informe Griffiths años 80 en UK, podria considerar el inicio de este concepto. Desde entonces ha cambiado en función de los avances tecnológicos, perfil de los pacientes...La gestión clínica y sus variantes segun niveles de responsabilidad(Clinical Governance, Clinical management, Clinical practice) es independiente del sistema de salud (SNS o aseguramiento) público y privado. Otra cosa es el trato inmerecido que se le
da por estos lares. Más ideológico que técnico.
Hola Jordi, siento el retraso en responderte... De acuerdo en el matiz ideológico erróneo que a veces se le da. El problema es que, más que una gestión clínica, cada uno aplica la que mejor le parece. Esto puede no estar mal, siempre que funcione, pero si lo que se pretende es homogeneizar y hacer eficientes a todos por igual...ahí mal vamos. Saludos!
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